lunes, 17 de agosto de 2015

RESEÑA: Buenos Dias, Tristeza - Françoise Sagan

Autora: Françoise Sagan
Título en Español: Buenos Dias, Tristeza
Título Original:  Bonjour Tristesse 
Traducción: Noel Clarasó
Editorial: Editorial Sudamericana
Páginas: 308
Categoría: Drama




Cecilia es una adolescente acostumbrada a ser más una compañera de su padre que su hija. Hace lo que quiere durante sus vacaciones, es así que se encuentra con un chico más grande –veintiséis años- con quien sale a navegar y conoce los primeros besos y caricias bajo el sol. La vida se presenta más que ideal para una adolescente en esas playas: un padre que le da libertad de  hacer lo que quiere, un manejo y conocimiento sobre ese padre, amor con un chico mayor en el mar, sol, bikini, playa. Todo es ideal. Hasta que aparece Ana, una antigua amiga del padre que es muy estricta y siempre que la ve está corrigiendo todo lo que ella hace y está en desacuerdo con todas sus actitudes.






Sagan relata en primera persona, desde la visión de Cecilia. La escritura es adolescente, caprichosa. 

Cecilia tiene una manera de hacernos entrar a su mundo adolescente, nos cuenta todo sobre los personajes porque los conoce con exactitud, tiene un poder de titiritero con ellos. A pesar de ser una adolescente, en su escritura deja conocer sus sentimientos caprichosos, su manera de escribir sobre cada uno, también es muy inteligente porque sabe los puntos fuertes y débiles de cada persona con la que se cruza.






EL PODER LEGADO


Me parece que sucede lo que siempre sucede cuando uno de los padres muere y queda el hijo único de sexo diferente al padre que quedó –hija con padre, hijo con madre-. Lo que sucede es que la hija toma el lugar de la madre muerta, un poco el padre se lo da a ese espacio, casi necesitando llenarlo. De pronto tiene un lugar de igual con su padre, se comporta más como la esposa o amiga que como la hija, como si el estado de vulnerabilidad de ambos los acomoda en nuevas posiciones. Incluso podría decirse que ya no se tienen padres sino que son solo hermanos, pero prefiero que sean “pareja” en el sentido de que la hija ahora tiene igual poder de decisión sobre el padre, poder que antes no tenía o en caso de que la madre viviera no tendría. 


(…) Era un hombre ligero, hábil en negocios, interesado por todo, que se cansaba de todo enseguida y que gustaba a las mujeres. Lo quise sin esfuerzo y con ternura, pues era bueno, generoso, alegre y afectuosísimo conmigo. No imagino un amigo mejor ni más divertido.


Lo mismo sucede al tener varias novias, porque quiere decir que solo son un pasatiempo, ninguna es importante. Él le dio esa posición a su hija, por lo menos por facilidad.

No quiero dar a entender que pusiera ostentación en sus aventuras. Se limitaba a no ocultármelas, más exactamente, a no decirme nada que disimulara con una falsedad “admisible” la verdadera causa de la frecuencia con que algunas mujeres comían en casa y de su instalación completa en ella, a veces, aunque siempre felizmente provisional. De todos modos yo no podría haber ignorado por tanto tiempo la naturaleza de las relaciones de mi padre con sus “invitadas”.

Pero ahora nos encontramos con un problema, porque luego de ser legado ese poder ahora le es quitado a la hija. Raymond acostumbra a salir con chicas jóvenes y tontas, pero, para sorpresa y temor de Cecilia, ahora le es comunicado que su padre se casará con Ana, la antigua amiga de la familia, quien siempre fue estricta y demostró demasiado interés por la vida de la chica para que sea aplicada. Para Cecilia es una pesadilla, porque eso significa no solo que el poder que tenía sobre su padre ahora lo tendrá otra persona, sino que también se acabarán las tardes de estar al sol sin hacer nada. 
Todo cambia: Ana la obliga a estudiar para presentarse a la universidad, tema del que ella no estaba interesada. Ana quiere prepararla, hasta la separa de su “novio” con el apoyo de su padre, quien antes solo bromeaba y se reía de sus conquistas sin interferir.

Ana volvió la cabeza hacia mí.

—Cecilia,  ¿por qué te levantas tan temprano aquí? En París no te levantabas hasta las doce.

—Allí trabajaba—dije—. Y me dolían las piernas.

No sonrió. Nunca sonreía sin proponérselo, por mera decencia, como todo el mundo hace.

— ¿Y tu examen?

—Suspendido—dije sin inmutarme—. ¡Del todo!

—Es necesario que lo repitas en octubre, de todos modos.

— ¿Por qué?—intervino mi padre—. Yo no tengo ningún título y no me privo de nada.

—Heredaste dinero de tus padres —recordó Ana.

—No le faltarán hombres a mi hija que le hagan la vida más fácil—dijo mi padre noblemente.

(…)

—Ha de trabajar durante las vacaciones—dijo Ana, cerrando otra vez los ojos como para dar por terminado el tema.



El lugar, antes cedido a la hija, ahora es retomado por el padre y otorgado a su nueva pareja, dejando a la menor en su antigua posición de hija. Pero es difícil imponerle a la princesa que se convirtió en reina que debe ser princesa nuevamente porque una nueva reina la reemplazará. Una cosa es que la hija haya elegido a la que quiere para madre e hiciera que su padre y ella se unan, por lo tanto otorgar la corona; otra muy diferente es que le sea quitada y entregada a alguien más, incluso peor si es alguien a quien, especialmente, no quiere para ese papel. Eso es lo que sucede en la novela: Ana ha venido a tomar ese lugar ganado.



LA ETERNA JUVENTUD

Cecilia tiene el mismo problema con su padre en cuanto al deseo de ser joven eterno, porque la juventud es plenitud, belleza, amor. Ella pasa sus días en la playa y con el chico que le gusta.



Mientras tanto el padre tampoco pierde el tiempo, sale con todas las chicas que quiere y se lo comenta a su hija, quien conoce todos sus métodos de seducción y la clase de mujeres que le gusta. Sale con una chica joven llamada Elsa, de veintiséis años. Es de la clase de chicas que le gustan para pasar unos días, hermosas un poco tontas.

Aquel verano yo tenía diecisiete años y era feliz del todo. Los “otros” eran mi padre y Elsa, su amiga. He de apresurarme a explicar esta situación que puede parecer falsa: mi padre tenía cuarenta años, hacía quince que era viudo; era un hombre todavía joven, rebosante de vitalidad, lleno de posibilidades, y dos años antes, a mi salida del internado, no pude dejar de comprender que él estaba viviendo con  otra mujer. Me costó más admitir que cambiara de mujer cada seis meses. Pero por el encanto de esta vida nueva y fácil, la seducción de mi padre y mis tendencias naturales pronto lo admití.

Raymundo es un hombre que tiene miedo a crecer. Le gusta disfrutar de las mujeres y comentarlo con sus amigos quienes gustan de lo mismo, lo asusta unirse a una sola mujer. La impresión que me dio es que se une a Ana por su distinción, porque ella es muy elegante y profesional y ésta lo convenció de que su hija necesita lo mismo y no la vida independiente que le está dando. Creo que decide unirse a ella para tener una mujer que dirija la vida de su hija porque él no puede hacerlo, le ha dado libertades para poder dárselas él también. Por momentos se lo ve que respeta mucho a Ana, pero la cuestión es si la ama. Ese respeto que le tiene es el reemplazante del amor que debería sentir hacia ella, solo busca una madre para su hija y ni siquiera lo buscaba, lo convencieron de eso. 



En cuanto a esta actitud que tienen ambos sobre la búsqueda de la juventud eterna con sus actitudes, también se deja ver que no es solo por la belleza que esto ocurre, sino también por un latente miedo a crecer. Por parte del padre cuando se preocupa de no verse viejo, de estar con jóvenes para ser joven, cambiar de mujeres constantemente. Todo es disfrute y frivolidad.

(…) Mi padre sentía aversión por la fealdad y por ello me vi más de una vez obligada a frecuentar gentes estúpidas; yo no llegaba a tanto, pero no conseguía complacerme en la presencia de personas desprovistas de todo encanto físico. La resignación de estas personas a no gustar me parecía una especie de enfermedad deshonrosa. ¿Qué buscamos todos, sino gustar? Todavía no sé si este gusto por la conquista esconde un exceso de vitalidad, el placer por las aventuras, o la necesidad furtiva, inconfesable, de sentir que se tiene seguridad en uno mismo.

Es por eso que creo que es Ana quien convence a Raymundo del enlace, a pesar de que es obvia la atracción mutua, para que también pueda tener un futuro para su hija. Él, acostumbrado a estar con jóvenes, ahora se uniría a una mujer de su edad. Raymundo entonces debe aceptar su edad, aceptar que las noches de juerga terminaron, que ahora es un hombre de familia nuevamente. Y al aceptarlo él, por ende, su hija debe hacerlo. Aunque ella lucha más fervientemente contra ello. Es llamativo que ella combata a Ana y no hable seriamente con su padre sobre cómo se sintió traicionada por él, que la utilizó durante todo el tiempo que pudo para que ella no critique sus salidas, la convirtió en él, y luego quiere que olvide todo ello, vuelvan a cambiar sin preguntar o consultar nada. Y eso hace interesante la novela: cómo terminará todo esto y quién ganará en la pulseada por el poder.



DATO INTERESANTE: 

Novela debut de una adolescente Sagan que cosechó grandes elogios de la crítica  y el público. En su momento contó con gran fama y publicidad por sus escenas de sexo que ahora son vistas como inocentes. Fue llevada al cine por Otto Preminger, las escenas utilizadas son de esa película.






 En sintesis, Buenos dias tristeza es una novela ligera que puede leerse en un breve momento pero que, a pesar de ello, tiene mucha trama y complejidad. Demuestra lo que pasa en la cabeza de una adolescente inteligente y manipuladora que no se detendrá hasta obtener lo que quiere.  Altamente recomendado para leer en la playa.


 

Françoise Sagan 


Nació en 1935. Fue la tercera hija de una rica familia de empresarios franceses. 
Françoise Sagan estuvo casada dos veces, una con el editor Guy Schoeller y la otra con el artista norteamericano Robert Westhoff, con quien tuvo un hijo. 
Fue una prolífica autora (publicó más de 50 obras entre novelas, obras teatrales, entrevistas y otros textos), y a pesar del éxito y la estima obtenida en más de 40 años de carrera, sus últimos años transcurrieron en soledad y miseria, falleciendo a causa de una embolia pulmonar en una clínica de Normandía en 2004. 
En 1954, con tan sólo 18 años publicó su primera novela, Buenos días, tristeza.






#MusicForReaders           #BookSoundtrack                 #Books&Music


Es la sección en la que pongo una canción elegida por mí, que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado:


 BookSountrack para " Buenos Dias, Tristeza " :  
No Controles   de Flans

Préstenle atención a la letra y verán...





No controles mi forma de vestir

porque es total y a todo el mundo gusto

No controles mi forma de pensar

porque es total y a todos les encanta



Merci Bookú

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