Autor: Alejandro Casona
Título Original: La Dama del Alba
Editorial: Buró editor
Páginas: 125
Categoría: Teatro. Drama
En un pueblo de Asturias sin tiempo, una familia se ve
estancada en el pasado. Angélica, la hija mayor de la familia murió la noche de
su casamiento cayendo al río, pero su cuerpo nunca fue encontrado. La madre se
ha quedado sufriendo estos cuatro años, que lleva de la muerte de su hija, y no
deja que las vidas de sus otros hijos avancen. Una noche aparecerá una peregrina
y su presencia cambiará la manera de ver las cosas.
El autor de éste libro, Alejandro Casona, es tan emotivo en su manera de querer contar historias, ésa es la impresión que nos queda luego de leer éste libro. El autor elige siempre llevarlas de la mano de la melancolía y la belleza, plantea conflictos en grupos chicos, secretos de pocas personas.
Encontré un gran parecido con Los Árboles Mueren de Pie, otro libro del mismo autor que leí hace tiempo, en eso de que dos personajes diferentes cumplieran la función de una sola en la casa: en este caso es Angélica, quien muere en el inicio de la historia, y su papel, dentro del núcleo familiar, es reemplazado por Adela, cosa que sucedía en la otra obra también.
A través de cuatro actos establece la historia y un
conflicto magníficamente resuelto, es una de las obras más hermosas y
misteriosas también, donde se incluye el personaje de la muerte como uno más
que visita a la familia y solo el hombre viejo, el abuelo, el hombre con
experiencia en la vida es capaz de identificarla. Este personaje nombrado como
La Peregrina:
TELVA- Mucho ladra el perro.
ABUELO- Y nervioso. Será
algún caminante. A los del pueblo los conoce desde lejos.
(Entran corriendo los niños,
entre curiosos y atemorizados)
DORINA- Es una mujer, madre.
Debe de andar perdida.
TELVA- ¿Viene hacia aquí o
pasa de largo?
FASLÍN- Hacia aquí.
ANDRES- Lleva una capucha y
un bordón en la mano, como los peregrinos.
Es éste personaje
de La Peregrina quien logra mantener nuestra atención durante toda la obra, porque
es su accionar, o la falta de éste, lo que hace que la vida de la familia se mueva. Es el más
atractivo de la historia y quien conoce absolutamente todo. Llega exactamente la noche en que la
madre recordaba el aniversario de la muerte de su hija Angélica.
PEREGRINA- ¿Quién era
Angélica?
DORINA- La hermana mayor. Todo el pueblo la quería como si fuera suya. Pero una noche se marchó por el río.
ANDRES- Y desde entonces no se puede hablar fuerte, ni nos dejan jugar.
DORINA- La hermana mayor. Todo el pueblo la quería como si fuera suya. Pero una noche se marchó por el río.
ANDRES- Y desde entonces no se puede hablar fuerte, ni nos dejan jugar.
ESTANCADOS EN EL PASADO
Esta obra se ubica en un pueblo en Asturias, en el momento en que se cumplen cuatro
años de la desaparición de Angélica, dejando tras de si, por su ausencia, a la madre desolada y lúgubre por
eso y un viudo, Martín de Narcés, que vive con la familia de su mujer. También
en la casa se encuentran los hermanos menores de Angélica, tres niños: Dorina,
Falín y Andrés. La sirvienta de la casa, Telva; y el abuelo. Otros personajes
pero más secundario es Quico, un chico que se queda en el molino y trabaja para
la familia. Se cumplen cuatro años de la partida de Angélica y a su madre cree
ser la única que la recuerda y extraña, le molesta que los demás no demuestren
su pesar como ella.
MADRE- ¿Es necesario que
vayas a la braña esta noche?
MARTÍN- Quiero apartar el ganado yo mismo. Ocho novillos de pezuña delgada y con la testuz de azafrán que han de ser la gala de la feria.
(…)
MADRE- (Con reproche). ¿No se te ha ocurrido pensar que esta noche te necesito más que nunca? ¿Has olvidado qué fecha es hoy?
MARTÍN- ¿Hoy?... (Mira al abuelo y a Telva que vuelve. Los dos bajan la cabeza. Martín comprende y baja la cabeza también) Ya.
MADRE- Sé que no te gusta recordar. Pero no te pido que hables. Me bastaría con que te sentaras junto a mí, en silencio.
MARTÍN- Quiero apartar el ganado yo mismo. Ocho novillos de pezuña delgada y con la testuz de azafrán que han de ser la gala de la feria.
(…)
MADRE- (Con reproche). ¿No se te ha ocurrido pensar que esta noche te necesito más que nunca? ¿Has olvidado qué fecha es hoy?
MARTÍN- ¿Hoy?... (Mira al abuelo y a Telva que vuelve. Los dos bajan la cabeza. Martín comprende y baja la cabeza también) Ya.
MADRE- Sé que no te gusta recordar. Pero no te pido que hables. Me bastaría con que te sentaras junto a mí, en silencio.
Esta actitud de la Madre, hace que toda la familia se vea
sumida en la pena de la muerte de la hija mayor y no avance quedandose sus vidas en pausa permanente. La vida se detuvo
y no puede avanzar, la habitación de Angélica permanece inmaculada y los niños
no pueden salir de la casa porque puede pasarles algo.
FALÍN-
¿Cuándo somos mayores, abuelo?
ABUELO- Pronto. Cuando sepáis leer y escribir.
ANDRÉS- Pero si no nos mandan a la escuela no aprenderemos nunca.
ABUELO- (A la Madre) Los niños tienen razón. Son ya crecidos. Deben ir a la escuela.
MADRE- (Como una obsesión) ¡No irán! Para ir a la escuela hay que pasar el río… No quiero que mis hijos se acerquen al río.
ABUELO- Pronto. Cuando sepáis leer y escribir.
ANDRÉS- Pero si no nos mandan a la escuela no aprenderemos nunca.
ABUELO- (A la Madre) Los niños tienen razón. Son ya crecidos. Deben ir a la escuela.
MADRE- (Como una obsesión) ¡No irán! Para ir a la escuela hay que pasar el río… No quiero que mis hijos se acerquen al río.
La madre vive con miedo y quiere que todos comprendan eso
y piensen lo mismo, pero ha estancado a los hijos y los demás intentan
sobrevivir al hecho como pueden. Inclusive Telva, quien ayuda en la casa, que
tiene más razones para llorar que la Madre y aún así sigue adelante.
MADRE-
Un marido viene y va. No es carne de nuestra carne como un hijo.
TELVA- (Suspende un momento el quehacer) ¿Va a decirme a mí lo que es un hijo? ¡A mí! Usted perdió una: santo y bueno. ¡Yo perdí a los siete el mismo día! Con tierra en los ojos y negros de carbón los fueron sacando de la mina. Yo misma lavé los siete cuerpos, uno por uno. ¿Y qué? ¿Iba por eso a cubrirme la cabeza con el manto y sentarme a llorar a la puerta? ¡Lloré de pie, trabajando! (Se le ahoga la voz un momento. Se arrancó una lágrima con la punta del delantal y sigue recogiendo los manteles). Después como ya no podía tener otros, planté en mi huerto siete árboles, altos, hermosos como siete varones. (Baja la voz) Por el verano, cuando me siento a coser a la sombra, me parece que no estoy tan sola.
TELVA- (Suspende un momento el quehacer) ¿Va a decirme a mí lo que es un hijo? ¡A mí! Usted perdió una: santo y bueno. ¡Yo perdí a los siete el mismo día! Con tierra en los ojos y negros de carbón los fueron sacando de la mina. Yo misma lavé los siete cuerpos, uno por uno. ¿Y qué? ¿Iba por eso a cubrirme la cabeza con el manto y sentarme a llorar a la puerta? ¡Lloré de pie, trabajando! (Se le ahoga la voz un momento. Se arrancó una lágrima con la punta del delantal y sigue recogiendo los manteles). Después como ya no podía tener otros, planté en mi huerto siete árboles, altos, hermosos como siete varones. (Baja la voz) Por el verano, cuando me siento a coser a la sombra, me parece que no estoy tan sola.
Pero la Madre no se rinde, siempre considerando que lo
que le sucede a ella es aún peor y único, no hay manera de convencerla.
MADRE-
No es lo mismo,. Los tuyos están bajo tierra, donde crece la yerba y hasta
espigas de trigo. La mía está en el agua.
¿Puedes tú besar el agua?
¿Puede nadie abrazarla y echarse a llorar sobre ella? Eso es lo que me muerde la sangre.
¿Puedes tú besar el agua?
¿Puede nadie abrazarla y echarse a llorar sobre ella? Eso es lo que me muerde la sangre.
Todo esto cambiará cuando una nueva joven entre en la
vida de la familia, la joven Adela.
LA IDEA DE LOS DOBLES
Retomándo un poco el tema de lo de
"suplantar a alguien para hacer feliz a un tercero (que sufre por la muerte del
primero)", aparece Adela en esta historia.
Al principio les comenté un poco acerca de que quiero comparar éste libro con , otro del autor: Los Árboles Mueren de Pie. Porque también esa obra tiene esto de la suplantación, con la diferencia que aquí es un poco la familia la que quiere/pide la suplantación, mientras que en la otra obra se daba una situación diferente: era un engaño para no entristecer a una mujer anciana.
Adela llega una noche, salvada por un miembro de ésta familia, porque intentaba suicidarse en ese río y rescatada. Es llevada a la casa, salvada de su destino de muerte en ése lugar, como una segunda oportunidad que, según la familia, no tuvo Angélica hace cuatro años.
Al principio les comenté un poco acerca de que quiero comparar éste libro con , otro del autor: Los Árboles Mueren de Pie. Porque también esa obra tiene esto de la suplantación, con la diferencia que aquí es un poco la familia la que quiere/pide la suplantación, mientras que en la otra obra se daba una situación diferente: era un engaño para no entristecer a una mujer anciana.
Adela llega una noche, salvada por un miembro de ésta familia, porque intentaba suicidarse en ese río y rescatada. Es llevada a la casa, salvada de su destino de muerte en ése lugar, como una segunda oportunidad que, según la familia, no tuvo Angélica hace cuatro años.
ABUELO- No tenga miedo. Ya pasó el peligro.
ADELA- ¿Quién me trajo aquí?
MARTIN- Pasaba junto al río y la vi caer.
ADELA- (con amargo reproche) ¿Por qué lo hizo? No me caí, fue voluntariamente…
ADELA- ¿Quién me trajo aquí?
MARTIN- Pasaba junto al río y la vi caer.
ADELA- (con amargo reproche) ¿Por qué lo hizo? No me caí, fue voluntariamente…
Una chica triste que no
veía razones para vivir (Adela), ahora es recibida por la familia, destrozada anímicamente por la ausencia de Angélica (quién "desapareció" en el río hace años) y toma el lugar de
Angélica: primero físicamente porque ocupa su habitación, y luego
espiritualmente porque su madre la viste y trata como si fuera su hija ausente, como si ésta no hubiera muerto.
MADRE- Suéltate un poco más el pelo… Así… (Lo hace ella misma,
acariciando cabellos y vestido) A ver ahora… (La contempla entornando los ojos)
Si…, así era ella… Un poco más claros los ojos, pero la misma mirada.
Aquí la idea del doble sirve como una manera de aliviar a la familia y de permitirle continuar, por más que de alguna manera en realidad se sigue estancado con Angélica, porque se pone a otra persona en su lugar. Pero la familia obtiene a través de estas acciones un respiro, especialmente la madre que a partir de este momento deja a sus hijos divertirse y busca la compañía constante de Adela. Al mismo tiempo, Adela quien decía que no tenía razones para vivir ni felicidad, de pronto se siente rodeada de seres que la aprecian y le dan todo.
Dos chicas que son lo
mismo, ante los ojos de la familia, pero ante los de La Verdad y los del Viudo de Angélica, no.
LA PEREGRINA
En esta obra La Muerte
tiene su lugar, como un personaje más que, participa de las situaciones en las
que se ve involucrada esta familia.
PEREGRINA- (Al abuelo, que la observa
intensamente) ¿Por qué me mira tan fijo? ¿Le recuerdo algo?
ABUELO- No sé… Pero juraría que no es la primera vez que nos vemos.
PEREGRINA- Es posible. ¡He recorrido tantos pueblos y tantos caminos…!
ABUELO- No sé… Pero juraría que no es la primera vez que nos vemos.
PEREGRINA- Es posible. ¡He recorrido tantos pueblos y tantos caminos…!
El abuelo es el único
que la reconoce como la propia muerte, no solo porque ya le había visto la cara
en algún momento (y no recordaba al principio dónde), sino que repasó todas las
veces que La Peregrina había dicho haber pasado por el pueblo, y en cada una de
esas ocasiones sucedió una catástrofe que se había llevado la vida de alguien a
quien conocía. En cuanto la reconoce la enfrenta, pero ella no se muestra
mala o vengativa sino como alguien que hace el trabajo que debe hacer, ni más ni menos que éso.
Pero esta Muerte que nos
presenta Casona según su visión, es un ser etéreo fascinante: una mujer hermosa vestida de Peregrina. Que
parece humana a simple vista, pero no lo es del todo. Por ejemplo, esto se nota
en la escena en la que juega con los niños y una extraña risa le sale de
dentro, asustando a los propios niños y a ella misma porque antes no había
experimentado tal cosa.
CORO- Ésta es la tijera
De cortar
El cordón
De liar
El tapón
De tapar la botella de vino que guarda en su casa el vecino,
(La Peregrina, que ha ido dejándose arrastrar poco a poco por la gracia cándida del juego, se levanta a su vez, imitando exageradamente los gestos del borracho)
PEREGRINA- …Y este es el borracho ladrón
Que corta el cordón,
Que suelta el tapón,
Que empina el porrón
Y se bebe el vino
Que guarda en su casa el vecino
(Rompe a reír. Los niños la rodean y la empujan gritando)
NIÑOS- ¡Borracha! ¡Borracha! ¡Borracha!
(La Peregrina se deja caer riendo cada vez más. Los niños la imitan riendo también. Pero la risa de la Peregrina va en aumento, nerviosa, inquietante, hasta una carcajada convulsa que asusta a los pequeños se partan, mirándola medrosos. Por fin logra dominarse, asustada de sí misma)
De cortar
El cordón
De liar
El tapón
De tapar la botella de vino que guarda en su casa el vecino,
(La Peregrina, que ha ido dejándose arrastrar poco a poco por la gracia cándida del juego, se levanta a su vez, imitando exageradamente los gestos del borracho)
PEREGRINA- …Y este es el borracho ladrón
Que corta el cordón,
Que suelta el tapón,
Que empina el porrón
Y se bebe el vino
Que guarda en su casa el vecino
(Rompe a reír. Los niños la rodean y la empujan gritando)
NIÑOS- ¡Borracha! ¡Borracha! ¡Borracha!
(La Peregrina se deja caer riendo cada vez más. Los niños la imitan riendo también. Pero la risa de la Peregrina va en aumento, nerviosa, inquietante, hasta una carcajada convulsa que asusta a los pequeños se partan, mirándola medrosos. Por fin logra dominarse, asustada de sí misma)
Esta Muerte casi que no desea serlo o se
apena del papel que le tocó protagonizar, porque no se sabe cómo ha llegado a
ello, pero siente que las cosas deben ser así y no hay otra manera de hacerlas. Simplemente tiene una función que debe cumplir a rajatabla. Sin embargo podemos descubrir flaquezas y faltas en su accionar, por ejemplo
cuando debe ir a un tiempo determinado al río, pero se queda dormida en la sala
confiándose de que la despertarán. Lo que sucede termina variando el destino, de la famlia protagonista, de forma definitiva. No es despertada a tiempo y asi ella incumple con una
cita, sin saber a ciencia cierta qué consecuencias traerá este error.
PEREGRINA- (…) ¿Qué hora da ese reloj?
ABUELO- Las nueve y media.
PEREGRINA- (Desesperada) ¿Por qué no me despertaron a tiempo? ¿Quién me ligó con dulces hilos que no había sentido nunca? (Vencida) Lo estaba temiendo y no pude evitarlo. Ahora es tarde.
ABUELO- Bendito el sueño que te ató los ojos y las manos.
PEREGRINA- Tus nietos tuvieron la culpa. Me contagiaron su vida un momento, y hasta me hicieron soñar que tenía un corazón caliente. Solo un niño podía realizar tal milagro.
ABUELO- Las nueve y media.
PEREGRINA- (Desesperada) ¿Por qué no me despertaron a tiempo? ¿Quién me ligó con dulces hilos que no había sentido nunca? (Vencida) Lo estaba temiendo y no pude evitarlo. Ahora es tarde.
ABUELO- Bendito el sueño que te ató los ojos y las manos.
PEREGRINA- Tus nietos tuvieron la culpa. Me contagiaron su vida un momento, y hasta me hicieron soñar que tenía un corazón caliente. Solo un niño podía realizar tal milagro.
La Muerte es una viajera, peregrina en el Mundo, cansada, que trabaja sin hacer preguntas, sabe lo que debe hacer y lo hace.
En
síntesis, La Dama del Alba es una obra emotiva y bellamente escrita que pretende enseñarnos que la vida debe avanzar y que las cosas van a suceder por algo, en el lugar y momento indicado, aunque no sepamos la razón exacta por las que ocurren así. Es una buena manera de introducirnos a las obras de Alejandro Casona. Muy recomendable.
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#BookSoundtrack #Books&Music
Es la sección en la que pongo una canción elegida por mí,
que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado:
Préstenle atención a la letra y verán...
Escuché un millón de voces en esta tierra,
oí tu silencio al partir,
escuché un susurro que me decía:
'ella baila siempre detrás'
Me crucé con un niño y perros salvajes,
vi una luz espectral.
Andaba un ángel delante mio
'ella baila siempre detrás'
oí tu silencio al partir,
escuché un susurro que me decía:
'ella baila siempre detrás'
Me crucé con un niño y perros salvajes,
vi una luz espectral.
Andaba un ángel delante mio
'ella baila siempre detrás'
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