Hay muertes y muertes. Hay muertes que solo llegan, hay muertes que parecen la firma de una vida y hay muertes que aparecen invitadas por terceras personas. Para los autores tampoco es diferente. En esta lista me permito inquirir un poco en aquellas en las que el misterio se hizo presente en el final, aquellas inexplicables o inesperadas. Pequeños detalles que nos dejan intranquilos y que parecen dejar una puerta abierta acerca de lo que les ha sucedido al final de sus días.
AMBROSE BIERCE (24/6/1842—principios de 1914)
Ambrose Bierce contaba con 71 años cuando en diciembre
de 1913 decide pasar por El Paso y dirigirse a México para observar la
revolución junto a Pancho Villa. En algún momento de 1914 desaparece y no se
conoce nada más sobre él. El último rastro dejado fue una carta del 26 de diciembre
de 1913, se unió al ejército de Pancho Villa y termina en algún lugar de Chihuahua
dirigiéndose hacia Ojinaga. Se cree que murió durante ésta última batalla, se
quemó su cuerpo o se lo enterró en fosas comunes junto a otros tantos cuerpos. Una
de sus cartas enviadas antes de partir a México decía “Adiós. Si oyes que he sido colocado contra un muro de piedra
mexicano y me han fusilado hasta convertirme en harapos, por favor, entiende
que yo pienso que esa es una manera muy buena de salir de esta vida. Supera a
la ancianidad, a la enfermedad, o a la caída por las escaleras de la bodega.
Ser un gringo en México. ¡Ah, eso sí es eutanasia!”. No se sabe si sus deseos se cumplieron, pero su
desaparición abrió muchas teorías: desde escapar a Sudamérica hasta morir de
asma en medio de la Revolución Mexicana. Su figura es tan fascinante que se le
han dedicado libros y películas, como Gringo viejo de Carlos Fuentes o,
incluso, un capítulo de Alienígenas ancestrales de History channel donde
plantean que fue víctima de una abducción extraterrestre.
ELEANOR HIBBERT (1/9/1906—mitad de enero de 1993)

Para 1993 la escritora tenía 86 años. Se preparaba
para su viaje anual en crucero, un viaje de placer por el Mar Mediterráneo. Era
la manera que encontró para huir del invierno inglés año tras año. El viaje
comenzó muy bien a bordo del barco Sea Princess. Para el 21 de enero de ese año
su agente de pronto explicó que la autora había fallecido en algún lugar entre Grecia
y Egipto. No se dieron muchas explicaciones sobre el caso ni la forma en que la
autora falleció. Cuando el barco llegó a tierra, se supo que su cuerpo fue
lanzado al mar.
EMILIO SALGARI (21/8/1862—25/4/1911)
La muerte de Salgari además de poder ser catalogada
como injusta o triste, también sería inexplicable para quienes lo creían un
hombre de éxito, hacedor de lectores alrededor del mundo con sus personajes
aventureros rebosantes de vida. Emilio Salgari decide suicidarse el 25 de abril
de 1911. Luego de una vida marcada por problemas familiares que incluían el
suicidio de su padre y su tío, la enfermedad de su hija y la internación por
desequilibrios psíquicos de su esposa, junto con los problemas económicos que llevaba
consigo, decide dar fin a su existencia. Era uno de los escritores más
populares en su momento, comparado continuamente con Julio Verne, la fortuna de
ambos era bastante dispar. Mientras Verne supo volverse rico gracias a sus
escritos, Salgari era estafado por sus editores que lo tenían esclavizado con
contratos que lo explotaban en demasía sin mucha ganancia para él. Ante estos
problemas, Salgari decide suicidarse y dejar cartas a sus familiares, a editores
de un periódico y a sus editores de libros. A estos últimos les dijo: “A
ustedes que se han enriquecido con mi piel, manteniéndome a mí y a mi familia
en una continua miseria o aun peor, solo les pido que, en compensación por las
ganancias que les he proporcionado, se ocupen de los gastos de mi funeral. Los
saludo rompiendo la pluma. Emilio Salgari”. El autor ya lo había intentado
en 1909 y falló. En 1911 lo logró a través del harakiri, copiando la ceremonia de
los samuráis, abriéndose el vientre con una navaja.
ANNELIES FRANK (12/6/1929—febrero de 1945)
El 4 de
agosto de 1944 la policía cae en la empresa. Encuentran el anexo llevándose con
ellos a todos sus ocupantes y algunos empleados que los ayudaban. Al poco tiempo
son enviados a Auschwitz. De todo el grupo, solo Otto Frank, el padre de Anne,
sobrevivió. Anne y Margot, su hermana, murieron en el campo de Bergen Belsen
tras una epidemia de tifus a solo dos meses de la liberación del lugar, en
febrero de 1945. Muchos misterios rodean los últimos días de Anne Frank. Hay
diversas teorías sobre quién los delató porque se tenía acceso al anexo solo
con conocimiento previo, ya que pasaba desapercibido con la ayuda de un librero.
Hay muchos señalados desde una empleada de la empresa que escuchó movimientos
hasta algún notario judío que intercambió información por la liberación de su
familia. Incluso hay historias que hablan de la “amistad” de Otto Frank con un nazi
que lo extorsionaba y que finalmente lo delató, pero, al mismo tiempo, eso le
permitió sobrevivir solo a él. También que quienes fueron a revisar la empresa
en realidad iban por un delito económico a buscar papeles y examinando el lugar
se encontraron con los habitantes del anexo. O la teoría de que una empleada de
la empresa que ayudaba con las provisiones a la familia, tenía una hermana
simpatizante del régimen nazi y los delató. La verdad no se sabe, ni siquiera
Otto Frank lo supo, o, por lo menos, no lo dio a conocer.
YOSHITO
USUI (21/4/1958—11/9/2009)
Autor
japonés, artista de manga, creador de la serie de mangas Crayon Shin-chan, la
historia de un niño de cinco años llamado Shinnosuke Nohara de carácter irreverente
que pasa los días junto a sus compañeritos de jardín o en su casa molestando a
su madre. Los mangas se volvieron tan populares que contaron con la adaptación
a animé de la serie y variadas películas traducidas a otros idiomas (en
Latinoamérica la serie daba por el canal Animax).
El 12 de
septiembre de 2009 la esposa de Yoshito Usui denuncia su desaparición. Durante
los últimos dos años de su vida, Usui había cambiado su comportamiento: parecía
más deprimido, ya no era un ferviente testigo de Jehová y empezaron a
interesarle temas como el terrorismo o el alcoholismo. Había comenzado a sufrir
de ataques de pánico y pensaba dejar de ser mangaka al no ocurrírsele ideas
nuevas. Por eso, en un inicio la familia sospechó que se había suicidado. Había
salido a hacer senderismo por el monte Arafune en la prefectura de Gumna. Siete
días después, el 19 de septiembre, un cuerpo fue encontrado en las profundidades
de un acantilado del monte. Fue reconocido por su vestimenta, la misma
con la que había salido de su casa y, finalmente, por el análisis de su
dentadura. Había caído 120 metros. También encontraron su billetera, celular y
cámara de fotos desperdigados por el lugar. Revisando sus fotos, la última
tomada era en la cima, sobre el acantilado. Creen que intentando sacar fotos
desde allí, resbaló y cayó por el acantilado. La muerte fue caratulada como “accidente”.
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