miércoles, 17 de febrero de 2021

RESEÑA: En nuestros corazones éramos gigantes- Yehuda Koren y Eilat Negev



Autores: Yehuda Koren y Eilat Negev

Titulo original: In our hearts we were giants

Editorial: Critica

Páginas: 291

Categorías: Segunda Guerra Mundial. Familia. Nazismo



Perla Ovitz contó a los autores de este libro cómo ella y su familia sobrevivieron a los campos de concentración nazi en Auschwitz. Durante más de un año, los siete enanos Ovitz fueron el centro de diversión de altos mandatarios de la SS, y también conejillos de Indias del científico alemán Josef Mengele, que los mantuvo con vida para llevar a cabo sus sádicos experimentos médicos. Como dijo Perla: “A mí me salvó el diablo y que Dios se haga cargo de él”





 

… encontró consuelo en el imperativo halacháico que dice que, si uno ve a un negro, a un indio o a un albino, a un gigante, a un hombre con la cara torcida o a un enano, uno debe decir: ‘Bendito sea Dios, quien altera al hombre’. De esta manera la respuesta negativa a la deformidad era transformada en admiración hacia Dios y sus diversos poderes de creación

 

Este libro constituyó para mí una gran sorpresa porque lo vi de casualidad en una librería y no sabía si era un hecho real o ficción porque era una historia que no había oído antes. Fue una compra sorpresa que me dejó muy satisfecha de haberla realizado, en una librería que nunca había visitado y de la que me llevé varios libros.

El libro del que quiero hablar en el día de hoy se llama En nuestros corazones éramos gigantes” y es acerca de la vida de la familia Ovitz. Esta historia podría tratarse acerca de la vida de cualquier familia judía, en la zona de Europa del Este, durante el siglo XX, pero la familia de los Ovitz posee la particularidad de ser mayoritariamente integrada por miembros que tienen enanismo.

Estamos a mediados del siglo XIX en una aldea de Transilvania llamada Rozavlea, parte del imperio austro-húngaro. Era una zona de miseria con limitadas oportunidades para cualquier persona, lo que hace que lo sea aún más difícil para Shimshon Ovitz con su metro de altura. No podía realizar trabajos físicos en el campo, por lo que sus padres intentaron invertir en él a través de la educación.

 

Shimson Eizik Ovitz, fue el primer miembro de su familia en nacer con enanismo. Se casó con Brana Fruchter con quien tuvo varios hijos, pero algunos murieron durante la primera infancia. De ese matrimonio sobrevivieron dos hijas –Rozika y Franziska- con enanismo. Brana murió de tuberculosis a los treinta y tres. Shimshon se volvió a casar con una joven llamada Batia y tuvieron ocho hijos, de los que cinco tuvieron enanismo.



Cada embarazo era un suplicio para ambos padres, se obsesionaban con la altura a la que podría llegar el bebé, deseando que naciera sin rasgos de enanismo y eso recién pueden saberlo cuando los hijos crecen. Les sucedió incluso con la última de las hijas, Perla Ovitz.

 

“Durante la infancia de Perla era difícil decir si se uniría o no a los otros tres hermanos que crecían normalmente. Cada síntoma fue analizado por varios frentes y las señales parecían indicar que escaparía de la fortuna de los otros seis enanos. Pero no fue así. Los rasgos genéticos de Shimshon Eizik una vez más comprobaron su dominancia, como ya lo habían hecho en siete de sus diez hijos: la familia enana registrada más grande del mundo.

 

Nos enteramos de cosas como qué clase de oficios existían en esa región y qué clase de trabajos solía realizar Shimshon. Ante la imposibilidad de realizar muchos trabajos que implicaran esfuerzos físicos, comenzó a utilizar a su favor el hecho de ser centro de atención del pueblo y sus miradas. Así fue que se dedicó a ser badchan o entretenedor, una figura colorida dentro de las fiestas que hacía bufonadas, contaba anécdotas o desafiaba a su audiencia con acertijos.

Siendo el badchan del pueblo, Shimshon fue un trabajador errante que realizaba su oficio en cada situación de fiesta. Gozaba de gran popularidad y al mismo tiempo podía ganar dinero, Más tarde la familia Ovitz por entero decidió formar su propio grupo de vodevil que actuaba tanto en ceremonias religiosas como en celebraciones públicas.

 

Como entretenedor, Ovitz impresionaba de tal manera a las audiencias con su sabiduría talmúdica, que antes y después de la boda la gente se le acercaba con diversos dilemas religiosos y personales. Muchas de las comunidades judías de la región eran tan pequeñas que no podían darse el lujo de tener un rabino y el académico Ovitz llenaba ese vacío. (…) Con el tiempo dejó de ser el bufón de las bodas para adoptar un nuevo papel como el estimado y errante rabino del condado de Maramures.

 

La popularidad y reputación de Shimshon crece y pasa de ser un simple badchan a ser una figura muy respetada en la sociedad. Los autores hablan de cómo pasó en los registros del condado de Maramunes de un cantor de sinagoga a propietario en solo unos años. Pasó de la persona burlada a la persona respetada a la que recurrían.

 

Tanto por la portada –con la frase la increíble historia de siete enanos que sobrevivieron a los campos de concentración del nazismo”- como por la contratapa –en el que dice que los siete enanos fueron utilizados como “conejillos de indias” por el doctor Mengele- sabemos de antemano que los Ovitz eran unos hermanos que fueron seleccionados en cuanto bajaron de los trenes, que traían a miles de familias judías a los campos de concentración, para ser utilizados en experimentos médicos de los nazis. El trabajo de investigación que hicieron los autores es enorme:  entrevistas, viajes, consultas con otros libros y testimonios.

El libro en gran parte nos adentra en cómo era esa familia antes de la guerra, cómo siguieron los pasos de su padre. Varios de los hermanos se van casando, pero siguen unidos viviendo y trabajando todos juntos como una gran comunidad en la que cada uno tenía su función con el hermano mayor, Avram, como líder de grupo.

 

Fila de atrás de izquierda a derecha: Sarah, Azriel, Leah (su esposa), Batia (hija), Moshse, Mozkowitz (esposo de Elizabeth), mujer desconocida, Batia (hija de Avram), su madre Dora.
Fila de adelante, de izquierda a derecha: Micki, Franziska, Perla, Elizabeth, Rozika, Frieda, Avram, Shimshom (hijo de Leah)


Cada pareja tenía una habitación propia y se esperaba que los nuevos esposos se ganaran su lugar ayudando a la familia enana con las tareas cotidianas. Este arreglo aplicaría a todas las futuras uniones también. Algunos esposos se ajustarían. Otros lo encontrarían complicado y se divorciarían.

 

Mientras el nazismo va cobrando más y más fuerza en Alemania también se va cerniendo sobre Europa la persecución contra los judíos. Por lo que leemos podemos notar cómo sentían que lo que pasara en Alemania era algo lejano y que, ya que ellos vivían en una pequeña aldea de Transilvania, toda la persecución racial que sucedía en Europa occidental no les afectaría o tardaría en llegar a esa región. Estuvieron muy equivocados. Siempre resulta triste ver cuánta gente no se la veía venir o cuanta trató de escapar hacia otros países, pero no se les permitía salir del país o se les negaba la entrada a todos los países que intentaban como ruta de escape.

 

 

LOS OVITZ SE ENCUENTRAN CON MENGELE


“Mis tíos y tías, los siete enanos, estaban tan apegados entre sí, que parecían una criatura mitológica con un cuerpo y siete cabezas’, comenta el sobrino de Perla, Shimshon Ovitz, quien fue bautizado así en honor de su abuelo

 

La familia Ovitz en un espectáculo


Un momento que me pareció clave y un poco quiere marcar el tema central del libro es que estos hermanos deben apoyarse los unos a los otros constantemente. Que su fuerza radica justamente en la unión de todas sus capacidades, parecen salidos de un cuento de los hermanos Grimm en los que cada personaje tiene su habilidad especial necesaria para lograr el objetivo. En ellos la clave era que tenían funciones específicas dentro del grupo vodevil que formaban. Una escena que es conmovedora es un discurso que les da la madre, Batia, en un determinado momento:

 

La única fortaleza de sus hijos, creía ella, residía en el número. En su lecho de muerte les dio un consejo que los guiaría por la vida, un consejo que de hecho con el tiempo los salvaría.

‘En las buenas y en las malas, nunca se separen. Permanezcan juntos, cuídense entre ustedes y vivan los unos por los otros.’

Los invitó a que cultivaran habilidades comunes, de tal manera que pudieran ganarse la vida juntos sin la necesidad de confiar en la bondad de los extraños; a encontrar una profesión en la que no estuvieran

 

El doctor Mengele

Aseguro que fue determinante para esta familia, tanto para los miembros que son enanos como para los que no lo son, el permanecer unidos. Para cuando el nazismo llega a ellos y son enviados a Auschwitz, se encuentran con un Mengele que no puede creer su enorme suerte de ver tantos enanos juntos y de la misma sangre. Los miembros de la familia no enanos que estuvieron con ellos durante la selección, se salvaron. Quienes no estuvieron con ellos, sufrieron el destino que sufrieron otros tantos judíos: sufrimiento, maltratos y muerte.

 

Salvarse es una forma de decir, porque esto no quita que los experimentos que Mengele practicaba en sus cuerpos fueran infames (siendo sus cuerpos tan pequeños sufrían el doble) y que es una suerte que se mantuvieran unidos y con vida. Una ginecóloga judía que fue forzada a trabajar con el medico nazi recuerda que:

 

los sanos, los talentosos, los bellos, eran exterminados sin piedad, pero todo lo anormal era una fuente constante de diversión y de regocijo para nuestros carceleros, pues solo al compararse con estos fenómenos se podían sentir superiores…

A menudo, demasiado a menudo, les extraían grandes cantidades de sangre de sus venas, para jugar con ella en los laboratorios reservados para los “cientificos” alemanes.  Con el paso de las semanas los pobres enanos cada vez se ponían más pálidos y débiles, aunque el doctor Mengele les pagaba generosamente por la sangre que les sacaba, dándoles doble ración de pan en tales ocasiones

 

La mayoría de los prisioneros de Auschwitz tenía síntomas graves de raquitismo, debido a los grandes esfuerzos físicos del trabajo esclavo y poca alimentación que recibían. A quienes tenía para realizar sus experimentos les esperaban otra clase de dolores físicos, secuelas de los experimentos, y una ración extra de comida que no compensaba mucho todo lo que les hacían.

Todo lo relacionado a Mengele siempre es perturbador y en varios libros hacen referencia a su figura, en mayor o menor medida. En este en particular los autores le dedicaron varias páginas a entender cómo se construyó el médico en Auschwitz y la explotación que hacía de científicos judíos.

 

También están relatadas historias laterales, hay unas cuantas historias en el campo de concentración de Auschwitz, que son nombradas a lo largo del libro. Tenemos historias de la gente en el campo -y hasta al mismo doctor Mengele- observando a los hermanos y relacionándolos con los siete enanos de Blancanieves y los siete enanitos, una película muy popular en ese tiempo.  Un punto que también los ayudó a sobrevivir.

De esta forma los capítulos van mechando información de varios personajes o de la propia Perla desde una perspectiva muy posterior a la guerra, en el momento en que es entrevistada para la realización de este libro, calculo. Hay varios extractos de otros libros y en el final están referencias de las fuentes citadas. Muy interesantes varias de ellas.



En síntesis, este libro me pareció muy bien relatado y documentado. Logró adentrarnos en toda una época, hablarnos sobre el mundo del enanismo a lo largo de la historia dando ejemplos no solo de los Ovitz, sino que menciona este tema en varios lugares, retrata el mundo del entretenimiento de vodevil judío de su país. También todo lo que significó para esta familia el permanecer unida, cómo lo que para otros sería una desventaja física a ellos les significó salvar sus vidas en un momento histórico que fue terrible para todos los judíos. Vemos la despiadada maquinaria nazi de aniquilamiento humano y cómo utilizaron a cientos de seres humanos como conejillos de indias, esto siempre es algo difícil de leer pero creo que es necesario saber las raíces del mal y tratar de informarnos para que esta clase de situaciones no se repitan nunca más.






Es la sección en la que pongo una canción, elegida por mi, que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado: 


 BookSountrack para "En nuestros corazones éramos gigantes":  
Innuendo de QUEEN

Préstenle atención a la letra y verán...



If there's a God or any kind of justice under the sky

If there's a point if there's a reason to live or die

If there's an answer to the questions we feel bound to ask

Show yourself - destroy our fears - release your mask


Oh yes we'll keep on trying

Hey tread that fine line

Yeah we'll keep on smiling yeah (yeah yeah)

And whatever will be will be

We'll keep on trying

We'll just keep on trying

Till the end of time






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