Autora: Corinne Hofmann
Título: Volviendo de África
Título original: Zurück aus Afrika
Traducción: Isi Feuerhake y Basilio Losada
Editorial: Ediciones B
Páginas: 304
Categorías: Biográfico. Viajes. Madre e hija
En La masai blanca,
Corinne Hofmann nos narraba la increíble historia de cómo se enamoró y casó con
Lketinga, un guerrero masai, y cómo se trasladó a vivir con él a Kenia. Ahora,
en Volviendo de África, describe su regreso a Suiza tras poner fin a su
matrimonio, y las dificultades y alegrías con que allí se encontró. Hofmann
detalla de manera sensible y conmovedora cómo fue capaz de construir una nueva
vida para ella y su hija, dejando atrás su pasado masai y superando todos los
obstáculos con el mismo coraje y optimismo que ambas tuvieron que demostrar en
su vida en la sabana africana. Un testimonio y una experiencia inigualables. Un
sorprendente relato que habla por sí solo.
Me he
llevado a Napirai porque es lo único que me queda. También sé que no tendré más
hijos. Sin Napirai no sobreviviría. ¡Ella es mi vida! ¡Por favor, Lketinga,
perdóname! Ya no tengo fuerzas para seguir viviendo en Kenia. Allí estaba
siempre muy sola, no tenía a nadie, y tú me has tratado como una delincuente.
Tú mismo no te das cuenta, porque así es África. Te repito una vez más: jamás
te he hecho nada malo
Corinne, Napirai bebé y Lketinga en Kenia |
La
historia empieza un poco antes del final de “La masai blanca”, Corinne se encuentra en el aeropuerto de
Kenia intentando salir del país a escondidas de su marido. Intenta llevarse a
su hija a Suiza y tiembla ante la intervención de un agente del aeropuerto
que le hace muchas preguntas.
—Is this
your child?
Napirai
duerme en el kanga, a mis espaldas, y contestó:
—Yes
El hombre
pasa las páginas de su carnet infantil y de mi pasaporte.
—¿Por qué
quiere salir del país con su hija? — es la siguiente pregunta.
—Quiero que
mi madre vea a su nieta.
—¿Por qué
no las acompaña su marido?
Con la
mayor serenidad posible explico que tiene que trabajar y ganar dinero.
El hombre
me dirige una mirada severa y dice que quiere ver mejor la cara de la niña.
Pide que la despierte y le hable llamándola por su nombre. Me pongo aún más
nerviosa. Napirai, de algo más de quince meses, despierta y echa una mirada
adormilada alrededor. El hombre le pregunta constantemente por su nombre.
Napirai no dice nada, pero empieza a hacer pucheros y rompe a llorar.
Corinne
logra viajar y llega a casa de su madre. Debe
enfrentar su nueva realidad: es una madre soltera que no tiene nada –porque
había vendido y abandonado todo al irse a Kenia-, debe construirse de cero
nuevamente. Ahora es cuando la familia se entera todo lo que sufría en
Kenia, cómo su marido comenzó a maltratarla, a acusarla de infidelidades, a
vivir de su dinero, toda una historia que los horroriza y no conocían porque
ella siempre se encargaba de contar cosas buenas. La Corinne que ha regresado, en un inicio, se muestra muy vulnerable,
llora ante todo, la alteran los ruidos cotidianos y se siente temerosa por su
futuro. Debe empezar de cero, literalmente. Tiene que presentarse a renovar sus
papeles porque ella es alemana que vivía en Suiza y al haber dejado el país por
esos años, debe pedir una visa. Tiene
que encontrar trabajo y casa para vivir con su hija. Tiene que hacer los
documentos de su hija.
Todo es diferente a Kenia, desde el clima tropical del país
africano al frío del país europeo; el silencio de habitar en Kenia contra el
ruido de la ciudad en Suiza; pasar de ver todo el día gente de piel negra a ver
gente de piel blanca; las precariedades a las que se acostumbró en Kenia y
ahora las comodidades propias del primer mundo, como tener agua sin ir al rio. De
hecho, una de las cosas de las que se sorprende es que viendo la televisión se
entera hasta de la caída del Muro de Berlín, algo de lo que no tenía
conocimiento ni siquiera imaginaba.
Soy incapaz
de comprender lo que estoy viendo. Lo cierto es que no me enteré de este
acontecimiento pese a que ocurrió hace ya un año. ¡Casi no puedo creerlo!
Antes, en casa el muro de Berlín solía ser un tema constante, puesto que mis
abuelos por parte de padre vivían en el Este. Por eso yo sabía ya de niña cuán
diferente eran los dos mundos alemanes, ya que mi padre contaba muchas cosas
cuando regresaba de una de sus visitas a la RDA. ¡Y ahora vuelven a estar
unificados! Todo el mundo lo sabía, y solo nosotros, en la selva, éramos los
únicos a los que no habían llegado esa noticia.
Su
vida cambia tan repentinamente que ella se dedica a escribir cartas a todas las
personas que puede para que entiendan que ha
dejado Kenia a causa de Lketinga. Creo que es uno de los puntos más interesantes, las cartas que envía y le envían
con diferentes noticias de lo que va sucediendo con su ex marido.
NO ME IRE SIN MI HIJA, VERSIÓN AFRICA
“Volviendo
de Africa” es difícil de decir si gustará o no al lector en general. A mí en lo
particular me agradó esta nueva historia, aunque también debo admitir que si no
la hubiese leído daba un poco lo mismo. Es más bien un extra para quienes quieren saber qué pasó después
del final de “La Masai Blanca” y cómo continuó la vida de Corinne.
Diría que desde la mitad del libro de “La
masai blanca” y comienzos de “Volviendo de África” es “No me iré sin mi hija”
versión África. Es por eso que el subtítulo del libro “El amor siempre sobrevive a las despedidas” y que en la contratapa
del libro diga “Ahora, en Volviendo de
África, describe su regreso a Suiza tras poner fin a su matrimonio, y las
dificultades y alegrías con que allí se encontró“ no es lo correcto, porque
se tiene que entender que Corinne escapa con su hija, no puede ni siquiera terminar con
su matrimonio legalmente porque le sacarían a la hija en Kenia y se la entregarían al padre. Esta segunda parte es la de una madre que le salió bien la huida y
debe volver a empezar. Obviamente que la editorial tiene que darle esperanzas a
quien había leído la primera parte y le fascinó a que no todo acabó allí. Pero
sí, todo acabó allí. Esa historia que
había empezado como amor no terminó igual Corinne escapa porque la situación
cada vez se iba poniendo más difícil para ella, Lketinga se estaba volviendo
violento y ahora tenían a una niña de por medio.
Mi madre
pregunta ya en el coche cómo está Lketinga y cuánto van a durar mis vacaciones.
Se me hace un nudo en la garganta y no sé cómo decírselo, de modo que contesto:
—Quizá tres
o cuatro semanas.
Me propongo
contarle más tarde toda la tragedia. Lo que ocurre es que mi madre no tiene
idea de lo mal que estoy realmente, puesto que en los últimos meses no pude
escribirle ni comunicarle los acontecimientos vividos. Mi marido lo controlaba
todo y tuve que traducirle casa frase que escribía. Cuando vivíamos en la
costa, a veces llevaba mis cartas a otras personas que sabían algo de alemán
para que se las tradujeran. Si no estaba de acuerdo me obligaba a echar la
carta al fuego. Bastaba que yo pensara en mi país para que Lketinga me mirara
lleno de desconfianza y preguntara, como si supiera leer los pensamientos:
—Why you
are thinking at Switzerland, you stay here in Kenia and you are my wife.
Para quienes se quedaron prendados de la
historia anterior como mera historia de amor, no les agradará. Uno de los puntos con los que nunca estuve
de acuerdo es que se tomara la decisión de vender el libro como una historia de
amor y no como un libro de experiencias en África, porque sí empieza con algo
de amor, avanza y termina con mucha violencia hacia la mujer. Ya empezaba
con violencia hacia la mujer con situaciones como la ablación, pero
centrándonos solo en Corinne específicamente, involucra violencia verbal y
física hacia ella. Si alguien se quedó sólo con la historia de amor, esta
segunda parte no les va a gustar, porque Lketinga no aparece en persona y porque
es el volver a empezar de una mujer destrozada emocionalmente.
Para
mí, fue interesante, se puede seguir viendo esa fuerza y mente de empresaria
que tiene Corinne, lo que hizo posible que sobreviviera a un ambiente tan
hostil y ajeno al suyo allí en Kenia. Es
esta fuerza emprendedora e inteligente lo que hace que Corinne pueda levantarse
y recrearse por segunda vez, luego de hacerse de cero en Kenia, de
adaptarse y entender cómo funcionaba el entorno, ahora debe hacerlo en Suiza.
Ya no es el país que había dejado, al comenzar ella se siente que es más de
Kenia que de Suiza, es un redescubrir este país y su funcionamiento para formar
parte él nuevamente.
Básicamente, Corinne
quiere demostrar en el libro cómo pudo volver a tener una vida normal en Suiza,
junto a su hija. Al tiempo de llegar y aceptar su nueva situación, comienza a
buscar trabajo, lo consigue y va creciendo y ahorrando de a poco. Se muestra como una verdadera
profesional y se esfuerza en cada trabajo en el que se encuentra, siempre
sacando lo mejor de esa posición para intentar escalar un poco y ganar
comisiones. Por lo que relata, era buena vendedora, siempre pudo ser de las
mejores en cada cargo en que la ubicaban. Y de eso se trata el libro, de cada
trabajo por el que va pasando, siempre dando lo mejor, cambiando de productos,
pero siempre dedicándose a la venta. Especialmente por esto digo que quien se
haya quedado con la idea del amor en su novela anterior, esta novela le
parecerá una más, nos cuenta de ella en su país de origen intentando salir
adelante, ahora la novela se trata de
una madre soltera con una niña a quien criar y alimentar.
Es por esto también que estoy en contra de
la venta del libro como una historia de amor, porque si a Corinne la descubrían
y la detenían, le sacaban a su hija y, supongamos, que la hacen marcharse del
país sola (digo supongamos porque tal vez hasta la metían presa por secuestro,
por querer salir del país llevándose a su hija sin consentimiento del padre),
como la hija nació en Kenia de padre keniata, le pertenece a él. Lketinga se
quedaba con su hija y se la daba a su madre. El destino de Napirai hubiera sido
muy diferente y sufrido, tal vez sin que ella se entere nunca más sobre su
madre o la otra posibilidad que se perdió. O sea, bajo esas circunstancias,
Corinne hubiera escrito un libro de denuncia sobre el secuestro de su hija.
Entonces, ¿es el final victorioso –el
poder escapar junto a su hija- lo que hace que sea vendida como una historia de
amor exótico?
Corinne y Napirai en Suiza |
El libro tiene un cierre
especial con Corinne queriendo volver de alguna manera a África sin pasar por
Kenia, es así que decide escalar el Kilimanjaro. Otra vez esta mujer se empeña en hacer
una cosa, se entrena, busca excursiones y termina lográndolo. Esta fue una de
las secciones del libro que más me gustó, es el cierre perfecto para todo lo
que significó África para ella, dar por terminado esa etapa y, al mismo tiempo,
algo muy simbólico del espíritu de esta mujer que parece lograr todo lo que se
propone.
En
síntesis, Volviendo de África me gustó,
pero porque me mostró una mujer haciéndose sola y de cero. Como no me había
gustado “La masai blanca” como historia de amor sino como un libro de experiencias vividas en África, no me siento decepcionada con
este libro. Si, puede haber momentos en los que se ponga un poco denso, porque
Corinne tiene una manera de contar las cosas muy paso a paso. Así que somos
testigos de cada trabajo por el que pasa y lo que hace, cada casa por la que
pasa, cada amistad que hace, todo el proceso para llegar a escribir y luego
publicar el libro, etc. Creo que se pueden extraer cosas medianamente buenas de
este libro.
Es la sección en la que pongo una canción elegida por mi, que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado:
BookSountrack para " Volviendo de África":
Sale el sol de Shakira
Sale el sol de Shakira
Préstenle atención a la letra y verán...
Y un día después
De la tormenta
Cuando menos piensas sale el sol
De tanto sumar
Pierdes la cuenta
Porque uno y uno
No siempre son dos
Cuando menos piensas
Sale el sol
De la tormenta
Cuando menos piensas sale el sol
De tanto sumar
Pierdes la cuenta
Porque uno y uno
No siempre son dos
Cuando menos piensas
Sale el sol
Te llore hasta el extremo
De lo que era posible
Cuando creí lo que era
Invencible
No hay mal que dure cien anos
Ni cuerpo que lo aguante
Y lo mejor siempre espera
Adelante
De lo que era posible
Cuando creí lo que era
Invencible
No hay mal que dure cien anos
Ni cuerpo que lo aguante
Y lo mejor siempre espera
Adelante
Merci Bookú
"... In case I don't see ya, Good Afternoon, Good Evening, and Good Night! ..."
"... In case I don't see ya, Good Afternoon, Good Evening, and Good Night! ..."
Hola, me encantó mucho esta reseña y el book soundtrack, voy a leer el libro solo por esta reseña y porque me interesó mucho la historia de Corinne Hofmann. Saludos!
ResponderBorrarHola. Me alegro de que te haya gustado. No tiene nada que ver con la primera parte donde vendían el amor exótico. A mi me gustó para ser una continuación. Hay una tercera parte, pero esa ya no salió en español. Espero que te guste su lectura. Saludos
BorrarCada mañana abro libros, en este caso me topé con Corinne Ofmann. Me llamó la atención del título "Volviendo de África". Un libro de fácil lectura, accesible. Voy muy avanzado en la lectura, espero concluir la lectura en un día más. Admiro a Corinne.
ResponderBorrarBuena reseña, voy a leer el libro gracias a ella.
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