jueves, 6 de julio de 2017

RESEÑA: El Diario de Ana Frank


Autora: Ana Frank
Título: El Diario de Ana Frank
Título original: Het Achterhuis
Traducción: Diego Puls
Editorial: DeBolsillo
Páginas: 298
Categoria: Memorias. Diario. Segunda Guerra Mundial.




Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Ana tenía sus oficinas.
Eran ocho personas y permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidos enviados a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Ana, a la sazón una niña de trece años escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Ana y sus acompañantes.
Ana murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.



Terminé de hacer una relectura de éste libro recientemente. La primera vez que lo leí habrá sido en la adolescencia y me pareció buena idea releerlo ya que me compré una nueva edición que se supone que tiene añadidos de partes que fueron eliminadas en la edición original al ser publicado.

Como ya saben, si es que en algún momento han tenido la oportunidad de leerlo, éste libro trata acerca del Diario de una joven judía, llamada Ana Frank, que vivía en Holanda, a quien le regalan en su cumpleaños un diario

El verdadero diario de Ana Frank

En un determinado momento tanto ella como su familia deben ocultarse, ante el asedio de los nazis, y a lo largo del tiempo en que se encuentra oculta en un anexo escribe en su Diario sus pensamientos, vicisitudes y opiniones acerca de lo que sucede.

      Espero poder confiártelo todo como aún no lo he podido hacer con nadie, y espero que seas para mí un gran apoyo…”

    Hasta ahora has sido para mí un gran apoyo, y también Kitty, a quién escribo regularmente. Esta manera de escribir en mi diario  me agrada mucho más y ahora  me cuesta esperar cada vez a que llegue el momento para sentarme a escribir en ti. ¡Estoy tan contenta de haberte traído conmigo!

Librero que ocultaba la entrada hacia el anexo
Si por algo es conocido el diario de Ana Frank es por el hecho de ser uno de los primeros testimonios en primera persona y el trágico final que tuvo su escritora, porque finalmente fue encontrada y detenida junto a su familia y amigos en el anexo en el que estaba escondido.

Lo más triste de todo es que cuando estás leyendo el libro sabés que la autora, Ana, y demás miembros –con excepción de Otto Frank- están muertos. Que fueron atrapados por los nazis, que fueron trasladados a campos de concentración, que sus cuerpos no lograron resistir tanta angustia, penurias, hambre, frío. Que murieron como otros cientos de miles y millones más. Y en el propio Diario logramos leer que Ana conocía qué destino tenían los judíos detenidos por los alemanes. Ella al ser capturada habrá sentido el horror que se avecinaba en toda su potencia.


Hoy no tengo más que noticias desagradables y desconsoladoras para contarte. A nuestros numerosos amigos y conocidos judíos se los están llevando en grupos. La Gestapo no tiene la mínima consideración con ellos, los cargan nada menos que en  vagones de ganado  los envían a Westerbork, el gran campo de concentración para judíos en la provincia de Drente. Miep nos ha hablado de alguien que logró fugarse de allí. Debe ser un sitio horroroso. A la gente no le dan casi de comer y menos de beber. Sólo hay agua una hora al día, y  no hay más que un retrete y un lavabo para varios miles de personas. Hombres y mujeres duermen todos juntos, y a éstas últimas y a los niños a menudo les rapan la cabeza. Huir es prácticamente imposible. Muchos llevan la marca inconfundible de su cabeza rapada o también la de su aspecto judío… Nosotros suponemos que a la mayoría los matan. La radio inglesa dice que los matan en cámaras de gas, quizá sea la forma más rápida de morir.



El mismo día de la detención, dos personas que eran sus protectoras hasta aquel momento, llamadas Miep Gies y Bep Voskuijil, lograron poner en buen recaudo los textos que encontraron de Ana. Debemos tener en cuenta que cuando fueron encontrados por los alemanes, además de llevárselos detenidos, sus captores destruyeron y registraron todo el lugar. Debería ser considerado una suerte que alguien pudiera rescatar el Diario en el medio de aquella tragedia.

Miep Gies guardó los papeles en su escritorio y al ser liberado Otto Frank, único sobreviviente de quiénes se escondían junto con Ana en el “cuarto de atrás”, se los entregó sin leerlos. Se los entregó a él cuando tuvo la certeza  de que ella no podría volver jamás.

Si quieren saber qué fue de la vida de Otto Frank después de todo esto puede interesarles el libro Después de Auschwitz de Eva Schloss (reseña AQUI) quien fue su hijastra, ya que Otto se casa con su madre, también viuda por la guerra.

Lápida de Margot y Ana Frank

 LOS HABITANTES DEL ANEXO
  
Si no leyeron aún el libro les voy a dar algunos datos acerca de los habitantes del anexo. En la edición publicada, la versión editada por Otto Frank, él decidió no usar seudónimos (una idea que Ana Frank al parecer tenía, en caso de publicar el libro posguerra, ya que había hecho una lista de los diferentes nombres que le daría a cada persona de la que hablaba en su diario) y mantuvo para los miembros de su familia su verdadero apellido pero a los otros personajes les cambió los nombres. Sin embargo, los protectores de la familia mientras se hallaron en el anexo, se merecen ser mencionados en el libro y mantienen los nombres auténticos al menos en ésta edición que leí. Los nombres de demás personajes se mantuvieron a los de la edición anotada y en algunos casos tan sólo se usan unas iniciales al azar.



En total eran ocho personas, ocultas, conviviendo en “el Anexo”:

- FAMILIA VAN PELS: Auguste y Herman Van Pels y su hijo Peter.

- FAMILIA FRANK: Otto Frank y su esposa, junto con sus dos hijas, Margot -la mayor- y la propia Ana.

- Fritz Pfeffer

En una primera revisión de su propio Diario, Ana decide reemplazar, por medio de seudónimos, los nombres de quienes convivían con su familia en la buhardilla. Así es como a los Van Pels y a Pfeffer decide renombrarlos así:


            En el libro aparecen con los nombres cambiados, los de la derecha, todos ellos.


 PERSONALIDAD DE ANA


Lo que siempre me pareció llamativo, con respecto de la figura de Ana Frank, es la imagen edulcorada que en general quieren dar acerca de ella. Lo que quiero decir es que al leerla -cuando recordaba el libro y ciertos aspectos generales acerca de los hechos relatados-, siempre me dio la impresión de ser una chica adolescente bastante sola en cuanto a guardarse cosas para sí misma, y para su diario, sus miedos y preocupaciones.

 Para alguien como yo es una sensación muy extraña escribir un diario. No sólo porque nunca he escrito, sino porque me da la impresión de que más tarde ni a mí ni a ninguna otra persona le interesarán las confidencias de una colegiala de 13 años. Pero eso en realidad da igual, tengo ganas de escribir y mucho más aún de  desahogarme y sacarme de una vez unas cuantas espinas.
‘El papel es más paciente que los hombres’

Tuve las mismas impresiones que recordaba. No en el sentido positivo e infantil que creo que tratan de dar, especialmente recuerdo una adaptación que tenía a Melisa Gilbert como protagonista, como una extensión de su personaje de Laura Ingalls pero llevado al anexo.

Ana era profunda, tenía sus propios pensamientos y opiniones. Sinceramente debe ser difícil ser adolescente y estar encerrada viviendo tanto estrés constante y saber que si te atrapan estarán en peligro mortal.

Que bien que estamos aquí, qué bien y qué tranquilos. No necesitaríamos tomarnos tan a pecho esta miseria, si no fuera que tememos por lo que les está pasando a todos los que tanto queremos y a quienes ya no podemos ayudar. Me siento mal, porque mientras yo duermo en una cama bien abrigada, mis amigas más queridas quién sabe dónde estarán tiradas.
Me da mucho miedo pensar en todas las personas con quienes me he sentido siempre tan íntimamente ligada y que ahora están en manos de los más crueles verdugos que hayan existido jamás.

Creo que si ya no lo era en 1942, al empezar a escribir en su diario, el estar encerrada la hizo madurar y refrenarse muchísimo. Empezó a callar, aunque los demás no lo notaran tanto, para que no se generaran problemas por sus quejas y opiniones.


La habitación de Ana Frank

Ya no podría escribir una cosa así.
Ahora que releo mi diario después de un año y medio, me sorprendo de que alguna vez  haya sido tan cándida e ingenua. Me doy cuenta de que, por más que quisiera, nunca más podré ser así. Mis estados de ánimo, las cosas que digo sobre Margot, mamá y papá, todavía lo comprendo como si lo hubiera escrito ayer. Pero esa manera desvergonzada de escribir sobre ciertas cosas ya no me las puedo imaginar.

Medio irónica y burlona era constantemente, pero más que nada hacía comentarios en su Diario. Realizaba ciertas críticas a lo que observa, en la cotidianeidad de su reclusión junto con los otros, pero lo hacía en la soledad de su Diario que constituía para ella una ayuda para poder desahogarse.

La actitud de los demás hacia ella es de crítica absoluta. Era como el punto de fuga, el punto en el que todos se focalizaban, el chivo expiatorio de los demás para descargar sus frustraciones ya que la vivían criticando –todo lo que hablo es desde el punto de vista lector que sólo sabe la versión de la propia Ana- los demás cometen sus errores y tienen sus defectos que hacen que sea difícil la convivencia pero todos prefieren callar para no crear conflictos, y a ella la critican por, más que nada al inicio del encierro, decir lo que piensa y quejarse de las diferencias que hacen con ella y su hermana o que hace la otra familia, los Van Daan.

Me hierve la sangre y tengo que ocultarlo. Quisiera patalear, gritar, sacudir con fuerza a mamá, llorar y no sé qué más, por todas las palabras desagradables, las miradas burlones, las recriminaciones que como flechas me lanzan todos los días con sus arcos tensados y que se clavan en mi cuerpo sin que pueda sacármelas. A mamá, Margot, Van Daan, Dussel y también a papá me gustaría gritarles: “¡Dejadme en paz, dejadme dormir por fin una noche sin que moje de lágrimas la almohada, me ardan los ojos y me laten las sienes ! ¡ Dejadme que me vaya lejos, muy lejos, lejos del mundo si fuera posible ¡”. Pero no puedo. No puedo mostrarles mi desesperación, no puedo hacerles ver las heridas que han abierto en mí. No soportaría su compasión ni sus burlas bienintencionadas. En ambos casos me daría por gritar.

Más de una vez, después de recibir una sarta de recriminaciones injustas, le he dicho a mamá: “No me importa lo  que digas. No te preocupes más por mí, que soy un caso perdido.” Naturalmente, en seguida me contestaba que era una descarada, me ignoraba más o menos durante dos días y luego, de repente, se olvidaba de todo y me trataba como a cualquier otro.

Para sumarle más conflictividad a la situación debo comentar que en un momento llega un octavo habitante al anexo, Dussel, a quien lo instalan en el mismo dormitorio que a Ana y se suma a quienes la criticas sin fin.

Se me considera la peor educada de los tres jóvenes de la casa, tengo que hacer lo imposible para eludir sus reiteradas regañinas y recomendaciones de viejo y hacerme la sueca. Todo esto no sería tan terrible si el estimado señor no fuera tan soplón y, para colmo de males, no hubiera elegido justo a mamá para irle con el cuento.

Margot y Ana
Con la hermana el problema es que los padres la tienen tan idealizada como “la buena” que Ana siente que ella no es lo suficientemente buena y que, por lo tanto, todo lo que le dicen a ella se resume en “¿por qué no empezás a comportarte mejor como Margot?”.

Mamá y yo nos entendemos bastante mejor últimamente, aunque nunca llegamos a tener una verdadera relación de confianza... A Margot no puedo calificarla más que detestable; me crispa terriblemente los nervios de la noche a la mañana.

Margot es la típica persona que con tal de no crear conflicto no realiza una crítica hacia otra persona de ningún modo. Prefiere comer poco, y no se queja –al menos frente a Ana-, mientras a su alrededor los Van Daan en diferentes días realizan acciones para comer más que los Frank. Realiza tareas de limpieza como por ejemplo lavar cubiertos cuando Peter está recostado durmiendo o la Sra. Van Daan evita realizar esfuerzos. Y así un sinfín de cotidianeidades de mini conflictos que el egoísmo puede generar.
Se siente que hay una distancia con Margot, con la que tendría que ser mucho más unida, ya sea por la diferencia de edad entre ellas o la de caracteres. La madre y su hermana se parecen más en caracteres por lo que se llevan muy bien. Ella no.

Margot y Peter no son para nada lo que se dice “jóvenes”; los dos son tan aburridos y tan callados… Yo desentono muchísimo con ellos, y siempre me andan diciendo “Margot y Peter tampoco hacen eso, fíjate en cómo se porta tu hermana.” ¡Estoy harta!
Te confesaré que yo no quiero ser para nada como Margot. La encuentro demasiado blandengue e indiferente, se deja convencer por todo el mundo y cede en todo. ¡Yo quiero ser más firme de espíritu! Pero estas teorías me las guardo para mí, se reirían mucho de mí si usara estos argumentos para defenderme.

Pero lo interesante es que se focalizan en que Ana habla mucho o es fastidiosa  o quejumbrosa o lo que sea. Nunca hablan de conflictos más grandes que se generan entre familias. La Sra. Van Daan vive quejándose de ella, de su educación.


 LA PERSECUCIÓN NAZI

Una de las cuestiones importantes, me parecía que era, saber qué tanto sabían los escondidos acerca de la persecución nazi mientras ellos estaban a salvo
Las fuentes principales de información acerca del exterior eran escuchar la radio y lo que les decían sus protectores, Miep por ejemplo.

Ninguno de nosotros sabe muy bien qué actitud adoptar. Hasta ahora nunca nos habían llegado tantas noticias sobre la suerte de los judíos y nos pareció mejor conservar en lo posible el buen humor. Las pocas veces que Miep ha soltado algo sobre las cosas terribles que le sucedieron a alguna conocida o amiga, mamá y la señora Van Daan se han puesto cada vez a llorar, de modo que Miep decidió no contarles nada más.


Otra fuente de información fue, en un determinado momento cuando llegó el octavo judío que se escondería en el anexo: Dussel.  

Dussel nos ha contado mucho de lo que está pasando fuera, en ese mundo exterior que tanto echamos de menos. Todo lo que nos cuenta es triste. A muchísimos  de nuestros amigos y conocidos se los han llevado a un horrible destino. Noche tras noche pasan los coches militares verdes y grises. Llaman  a todas las puertas, preguntando si allí viven judíos. En caso afirmativo continúan su recorrido. Nadie escapa a esta suerte, a no ser que se esconda. A menudo pagan un precio por persona que se llevan: tanto florines por cabeza. ¡Como una cacería de esclavos de las que se hacían antes! Pero no es broma, la cosa es demasiado dramática para eso. Por las noches veo a menudo a esa pobre gente inocente desfilando en la oscuridad, con niños que lloran, siempre en marcha, cumpliendo las órdenes de esos individuos, golpeados y maltratados hasta casi no poder más. No respetan a nadie: ancianos, niños, bebés, mujeres embarazadas, enfermos, todos sin excepción marchan camino de la muerte.
Y todo por ser judíos.

En el libro mismo Ana relataba lo que sabía que sucedía en el exterior con la gente que huía del asedio de los nazis y acerca de que lo peor estaba en el exterior, mientras que ellos en el interior del anexo estaban protegidos.


Afuera es terrible. Día y noche se están llevando a esa pobre gente, que no lleva consigo más que una mochila y algo de dinero. Y aun estas pertenencias se las quitan en el camino. A las familias las separan sin clemencia: hombres, mujeres y niños van a parar a sitios diferentes. Al volver de la escuela, los niños ya no encuentran a sus padres. Las mujeres que salen a hacer la compra, al volver a sus casas se encuentran con la puerta sellada y con que sus familias han desaparecido. Los holandeses cristianos también empiezan a tener miedo, pues se están llevando a sus hijos varones a Alemania a trabajar. Todo el mundo tiene miedo. Y todas las noches cientos de aviones sobrevuelan Holanda, en dirección a Alemania, donde las bombas que tiran arrasan con las ciudades, y en Rusia y África caen cientos o miles de soldados cada hora. Nadie  puede mantenerse al margen. Todo el planeta está en guerra, y aunque a los aliados les va mejor, todavía no se logra divisar el final.

Podría estar horas contándote sobre las desgracias que trae la guerra, pero eso haría que me desanimara aún más. No nos queda más remedio que esperar con la mayor tranquilidad posible el final de toda esta desgracia. Tanto los judíos como los cristianos están esperando, todo el planeta está esperando, y muchos están esperando la muerte.

Así que podemos  imaginar el terror que sintieron todos los habitantes del anexo al ser descubiertos, arrestados y llevados a campos de concentración. Porque los habitantes del anexo tenían información acerca del exterior y sabían de la existencia de los campos.

Me angustia más de lo que puedo expresar el que nunca podamos salir fuera,  tengo mucho miedo de que nos descubran y nos fusilen. Eso es, naturalmente, una perspectiva demasiado halagüeña.

Lo que estoy tratando de expresarles es, en definitiva, que Ana ya fuera por tener tanto tiempo para reflexionar o porque su carácter ya era de ésa forma, era una persona que vivía preocupada, que se daba cuenta de la situación grave que corría ella y su familia –y todos los judíos- en Holanda, en Europa, en el mundo belicista. No es una niña ilusa encerrada y con puros pensamientos superficiales al estilo “la vida es bella”. No, la vida está siendo muy difícil y complicada en Europa.
Ésta imagen que Hollywood te quiere imponer acerca de ella es absolutamente vana y vacía.
El edificio donde Ana y su familia se ocultaba
Obviamente desea que la guerra finalice  para poder salir de allí y tratar de llegar a vivir una vida lo más normal posible sin ser perseguida por su religión.


¡Bonito pueblo el alemán!, y penar que en realidad yo también pertenezco a él. Pero no, hace mucho que Hitler nos ha convertido en apátridas. De todos modos no hay enemistad más grande en el mundo que entre los alemanes y los judíos.



En síntesisdeja en evidencia, por medio de las vivencias de su joven protagonista, el extremo al que debieron llegar para tratar de sobrevivir.
Extremadamente recomendable para leerlo desde chica aunque considero que al ser un poco mayor es cuando se llega a comprender en toda su magnitud los crímenes cometidos en la Segunda Guerra Mundial.


Ana Frank

Nació  el día 12 de junio de 1929 en la ciudad alemana de Fráncfort. Su hermana Margot era tres años mayor que ella.
La crisis económica, el surgimiento de Hitler y un creciente sentimiento antisemita en la sociedad alemana pusieron  fin a la tranquila familia de Ana y de miles de otras familias de judíos.
La familia Frank se mudó a Amsterdam, huyendo del nazismo, en búsqueda de un país que creyó que se mantendría neutral a la guerra. Junto con otras cuatro personas más, los Frank, se ocultaron en la "casa de atrás" del edificio situado en el canal Prinsengracht nº 263 (Amsterdam). 
Luego de permanecer  más de dos años ocultos son descubiertos y deportados a campos de concentración. De los ocho escondidos, sólo el padre de Ana y Margot, Otto Frank, sobrevive.
Otto Fran decide publicar el Diario de Ana luego de su muerte y así se hizo mundialmente famoso su testimonio.




#MusicForReaders           #BookSoundtrack                 #Books&Music


Es la sección en la que pongo una canción elegida por mí, que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado:


 BookSoundtrack para " El Diario de Ana Frank":  

 Un rincón de mi mundo   de   Estopa

Préstenle atención a la letra y verán...


Donde no cumplo condena


Donde no escucho sirenas

Donde me quedo un ratito para recapacitar

Guardo mis noches en vela

Sólo que queda esperar

Que llegue la primavera

Que no acaba de llegar


Merci Bookú


 " In case I don't see ya, Good Afternoon, Good Evening, and Good Night!  "




No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...