Autora: Naomi Campbell (Caroline Upcher)
Título: Top Model
Título original: Swan
Traducción: Rosa Arruti
Editorial: Editorial Atlántida
Páginas: 385
Categorías: Modelaje
Swan es una modelo de pasarela que se encuentra en la cima de su
carrera profesional: es la top model más reconocida y convocada a nivel
mundial. Cuando parece que su vida no puede ir mejor –acaba de casarse en
secreto y planea retirarse de las pasarelas para disfrutar de su vida
matrimonial- recibe llamadas telefónicas amenazantes que provienen de un
misterioso hombre.
Por otro lado el contrato más codiciado, y mejor pago por
empresarios japoneses, para modelar -que posee en la actualidad Swan- va a
quedar vacante en cuanto ella se retire. ¿Quién será la afortunada, la nueva
chica, que gane el contrato Swan?
En estas últimas semanas
en que tratamos de estar bajo cuarentena en nuestras casitas ( # StayAtHome
# QuédenseEnSusCasas ) me decidí a terminar, de una vez por todas, con
la reseña de este libro.
Lo leí en enero y recién ahora junté fuerzas para escribir lo que sentí por la
pésima elección de lectura.
Lo
que me sucedió con este libro fue una cuestión bastante curiosa, puedo afirmar
hoy día que caí de pleno ante una trampa del packaging. Compré este libro hace
muchos meses al verlo en una librería. Se hallaba ubicado en una estantería que
en la propia librería correspondía a “biografías/memorias”, creyendo que se
trataba justamente de la vida de Naomi Campbell (calculo que todos saben que es
una modelo muy conocida).
El
libro es de tapa dura, sin contraportada, sin sinopsis, sin información: sólo
una gran fotografía de Naomi Campbell. Ya dije que creía que era su biografía,
¿no?, bueno con la descripción que les hice de que estaba en esa sección de la
propia librería pueden suponer, como yo, que el empleado de ese lugar al
ubicarlo ahí se basó en lo mismo que pensé.
CONFUSIÓN
La historia se ubica
temporalmente en el año 1994 desde la perspectiva de una top model en plena
pasarela –“ah… empieza
ya desde una época en que ya era famosa Naomi” pensé- que va pensando acerca de situaciones que se viven en la vida de
supermodelo.
“Ahí afuera
debía de haber dos mil quinientas personas: como mínimo quinientos compradores,
digamos que mil quinientos periodistas y al menos trescientos fotógrafos, todos
ellos apretujados en una calurosa carpa durante cuarenta minutos de teatro que
al diseñador le iban a costar un cuarto de millón de dólares. Le eché una
ojeada. No parecía demasiado inquieto. Al fin y al cabo contaba conmigo. Habían
venido a ver sus ropas pero también habían venido a verme a mí. Yo era la que
tenía que conseguir que se produjera el milagro. En otros tiempos, mostraban la
ropa modelos anónimas de la casa, chicas de sociedad bien educadas y preparadas
exclusivamente para caminar graciosamente por la angosta pasarela; parecer
elegantes, darse la vuelta en el lugar adecuado, a cambio de una miseria por
sus molestias. Ahora, no nos limitamos a mostrar las ropas: las vendemos. La
industria de la moda, como cualquier otra, se ha vuelto tan competitiva que los
diseñadores por sí solos ya no pueden captar la atención como solían hacer.
Ahora tienen que recurrir a modelos como gancho para vender sus ropas.
Las
elegantes maniquís de la pasarela han sido sustituidas por muchachas ágiles,
llamativas, conocedoras de la calle, cuyo aspecto accesible transmite siempre
el mismo mensaje:
<<Estoy sexy con esta ropa, cómprala
y tú también lo estarás>> …
… Una top
model consigue que cualquier cosa parezca sexy, y dicen que yo soy la más sexy
de todas.
Al
ir avanzando y avanzando la lectura me fui dando cuenta de que la protagonista
era una chica llamada apodada Swan (“Cisne”) debido a su largo cuello que es
comparado con el de un cisne; y que el libro era una ficción. Se imaginan mi
cara cuando todo lo que leía del inicio con una escena en la que Naomi –sí,
todavía Naomi- salía a la pasarela, era la mejor de todas con el ego allá en la
estratósfera como sabemos bien que ella lo tiene, y cómo salvaba un desfile que
iba a estar arruinado sin su aparición, y que aparecían otras modelos. Sigo con
la historia de Naomi, de quien me entero con este libro de que le dicen Swan
–"no lo sabía"- y que la protagonista se
autodescribía:
Era
flacucha de veras. Nadie podía entender de dónde había salido. Mi padre era
rubio, a mi madre le gustaba describir su cabello como castaño rojizo
¿¡QUÉ!?
¿Leí bien? Que de chiquita la apodaban Swan, bueno, yo que sé de la vida de
Naomi. Puede ser. Ahora que esto… Pensaba cuáles eran las probabilidades
genéticas, fenotipos recesivos, etc. Fui a consultar a internet y fue una
conjunción de chascos uno seguido del otro.
Me
llevó unas cuantas páginas enterarme de que leía una
ficción, pero decidí seguir adelante, darle una oportunidad a la historia y ver qué
me parecía.
La
primera mala decisión fue comprar el libro: la segunda, leerlo pero incluso
luego de saber que no era lo que esperaba al comprarlo –no era una biografía-
seguí leyéndolo. Lo peor empezó a presentarse ante mí sin forma ni sentido
alguno. Después de todo, terminé descubriendo su biografía más por google
que por este libro, y me parece una persona horrible, lo que esperaba
que represente se viene abajo en seguida. Es conocida por tener juicio tras
juicio por maltratos a su servicio doméstico y asistentes, y realizar cursos de
control de la ira. Se ve mucha violencia de su parte, es más no sé cómo sigue
teniendo un nombre más allá de lo que representó en el pasado.
Que
no se me malentienda, no tenía ningún prejuicio especifico con la autora,
ningún preconcepto, al leerlo empecé a notar que los personajes que se iban
presentando eran caricaturescos, acartonados, y la trama –si es que hubiera
una- era como si fuera de telenovela, melodrama absoluto.
SWAN Y SUS MIL SECRETOS
Kate Moss y Naomi Campbell en los '90 |
Primero
tenemos a Swan una
hiper-mega-recontra conocida top model inglesa cuyo verdadero nombre es Lavinia
Crichton-Lake. Ahí
habrá querido hacer algún juego de palabras la autora con las palabras Swan
–“cisne” y Lake –“lago”- digo yo, porque este libro no te ofrece grandes
certezas con respecto a un sinfín de cuestiones.
El libro quiere jugar con una constante
sucesión de “apariciones especiales” de famosos de la vida real que aparecen y
se relacionan con ella. Entre quienes recuerdo ahora estaba, por ejemplo, John
Kennedy Junior (el hijo del Kennedy que fue presidente de EE.UU.), Anna Wintour
(editora del Vogue americano), y otros (Imaginarán que todo esto me hacía
pensar que leía la biografía de Naomi ) Describe en pocas líneas la
vida de ella, su niñez, su relación con su familia
Necesito sentir el confortable bienestar de mis raíces a mi
alrededor. Adoro Nueva York pero sigo siendo inglesa … Creo que por mucho éxito
que tenga una modelo, debe intentar permanecer en estrecho contacto con su
familia. ¡Si pudiera practicar lo que predico! Quiero muchísimo a mis padres
pero, desde el escándalo, mi familia se ha ido desintegrando y hasta que no se
resuelva todo debo contentarme con las antiguas y apreciadas pertenencias
familiares como pobre sustituto del amor y el calor de mi madre y padre.
Por supuesto, tengo a alguien que me consuela. A menudo me
deleito en la idea de haber sido capaz de ocultar a la prensa el hecho de que
llevo casada seis meses hasta la fecha.
Si ese fuera mi único secreto…
Sin cesar la autora gira en la ambigüedad
de contradicciones, va a los extremos una y otra vez: en un momento ella
es la modelo con más ego del universo, la mejor de las pasarelas y en otro la
quiere mostrar como super humilde ratón de biblioteca. Se supone que es muy
reconocida por su rostro, pero tres segundos después te dicen que aunque los
paparazzis viven escribiendo historias sobre ella no saben su secreto.
Recuerdo la primera vez que viajé en Concorde. Estaba pasmada de
veras por el número de rostros conocidos internacionalmente que había a bordo.
Necesité un rato para advertir que los demás pasajeros no paraban de dirigir
rápidas y furtivas miradas en mi dirección. Fue entonces cuando empecé a
comprender que, por supuesto, la mía era la cara más famosa de todas, ya que
mientras todos los demás eran conocidos únicamente por lo que hacían más que
por su aspecto, yo era una celebridad únicamente por mi aspecto. Nada más. Sólo
mi rostro, y mi cuerpo y el modo extraordinario en que se plasman en las
fotografías.
Que en realidad tiene demasiados
secretos, no es tan solo uno, como para que la prensa no los supiera: uno es que se
casó hace meses y que planea retirarse, el segundo incluye un femicidio
cometido por un miembro de su familia.
Y un tercer secreto que sumo es el de
que es acosada por un tipo, El Mensajero,
que sabe un cuarto secreto sobre ella y le deja mensajes telefónicos en su contestadora automática. Alguien que la
amenaza con dar a conocer fotografías de ella cuando era joven, que
supuestamente le arruinarían su imagen pública. A todo esto me pregunto: ¿Y qué
le importa que le “arruinen la imagen” si ella se
quiere retirar y dejar de vivir de su imagen? Eso sin
contar que pasamos de un secreto que nadie sabe a que, en realidad, eran miles.
Además, cuando te describen el contenido
de la foto sabemos que es una foto hiper tonta y que el acechador te aburre de
lo largo que la hace. No se si se acuerdan hace años cuando aparecieron fotos
de una modelo, Kate Moss, drogándose, y el mundo de la farándula la acosó sin reparos. Eso
era considerado algo escandaloso, la foto que se supone le sirve al Mensajero
es increíblemente sosa. Vas a amenazar a alguien, vas a
chantajear a alguien, ¡pedí lo que querés de una vez! Hojas y hojas de mensajes en los que le
habla, le dice que la quiere chantajear, que no vaya a la policía, etc. Es
aburridísimo. Transcribo para que se aburran como me ocurrió a mi:
“ Cuando sonó el teléfono di un
brinco. ¿Sería él? No, por supuesto que no. Nunca llamaba cuando yo estaba en
casa. De un modo u otro él conocía todos mis movimientos.
Yo le
llamaba el Mensajero.
Todo había
empezado seis meses atrás. Acababa de regresar a casa después de un trabajo en
el Caribe y me encontré con el primer mensaje:
<<-
¿Swan? ¿Estás ahí? ¿Has tenido un buen viaje? Lo espero de todo corazón porque
lo que te tengo que decir puede transtornarte un poco. Qué pena que el New York
Magazine hiciera recientemente aquel reportaje fotográfico sobre ti. ¿Sabés por
qué? Aparecía esa foto tuya de cuando eras mucho más joven, aproximadamente
diecisiete, dieciocho años, no mucho después de que empezaras, supongo. De
cualquier modo, si no hubiera visto esa ftografía hoy no te llamaría. Ahora
tienes que hacer algo por mí. Apaga el contestador y mira la correspondencia
hasta que encuentres un sobre azul para correo aéreo con un matasellos del
aeropuesto de Heathrow de Londres. Lo abres y luego vuelves a oir los mensajes.
Estaré esperándote. >>
Lo extraño
es que obedecí sus instrucciones sin pensar. Tenía una voz bonita, suave,
melodiosa, de procedencia difícil de ubicar: ni inglesa, ni americana, algo
intermedio, algún lugar no identificable en medio del Atlántico. Encontré el
sobre…
…empezó el
segundo mensaje.
<<-¿Lo
has encontrado, no? Qué pequeño encanto eras, ¿no crees? Y, por supuesto, lo
sigues siendo. Yo fui quien hizo la foto que está en el sobre. La he conservado
desde entonces. La imagen ha permanecido siempre conmigo. No podía quitármela
de la cabeza. A menudo me preguntaba quién sería la muchacha que aparece en
ella; de algún modo me resultaba tan familiar, sólo hizo falta ver tu
fotografía en ese reportaje y lo supe. Te reconocí de inmediato. La misma
muchacha de esa imagen que saqué hace tantos años. ¿Pero qué estabas haciendo
Swan? ¿Quién es el tipo que está contigo? Es mayor que tú y, ¿por qué te está
dando toda esa cantidad de dinero? ¿Qué tuvo que hacer por él una muchachita
guapa como tú para ganarlo? No tiene buena pinta, Swan. Por cierto, no sirve de
nada pedir el negativo. Se puede hacer una copia de una copia y tengo un
montón. Y al ponerla junto a esa foto tuya en NY es fácil reconocer que se
trata de la misma muchacha. Tú. No, no la he enviado a ningún periódico. No se
lo he dicho a nadie. Creo que primero esperaré, a ver qué quiero de ti. Tendrás
noticias mías. Adiós.>>
Desde
entonces sus mensajes se hicieron regulares, nunca me amenazaban con nada
concreto, pero se volvían gradualmente más inquietantes…
(…)
¿Vivía en
mi edificio? ¿Me vigilaba de cerca? ¿Quién era? ¿Se aproximaba? Me sentía como
Whitney Houston en El Guardaespaldas. ¿Necesitaría yo uno? Quizá debiera llamar
a Kevin Costner…
Endá iá iá ioluais loviuuuú |
Tenés las pruebas grabadas en tu contestadora Swan, volá y denúncialo.
¿Tan fácil era conseguir el teléfono de
Swan? El Mensajero dice que la reconoció por una revista. Ajá, vio la revista
la reconoció, se acordó que hace años le había sacado una foto a una
adolescente igual y mágicamente consiguió el numero de la chica más famosa del
mundo.
El Mensajero le deja mensajes cuando sabe que está en
la casa, por ende, la vigila y ¿me vas a decir que no vio o se enteró del marido?
Le podría haber chantajeado con contar ese otro secreto a la prensa. Era la
caja de Pandora de secretos esta mujer.
En un momento determinado El Mensajero, al fin, le comunica qué es
lo que quiere que ella haga a cambio de no dar a conocer la fotografía: quiere
que ella use sus influencias para que una chica específica gane un concurso.
Que empiecen los juegos del hambre |
Hasta acá sonaría que todo el libro va
a ser acerca de quién será la nueva jovencita que ganará el “contrato Swan”. Pero no... nos cuentan chica por chica.
Los personajes más importantes
son las siguientes:
ANGIE: una chica adolescente que vive con sus
hermanos menores y su padre. Su madre los abandonó hace años y ella está
tratando de ingresar al mundo del modelaje por necesidades económicas. Pero es
criticada diciéndole que no da para ser modelo su cuerpo, así que se esfuerza
yendo gratis todos los días a servir café y llevar papeles y hacer lo que sea
en la agencia de modelos porque necesita un trabajo. Su esfuerzo dará frutos y
se convertirá en algo así como nueva agente.
TESS
TUCKER: pelirroja de
ojos verdes de 1,80 mts. Su padre posee un kiosco de venta de periódicos donde
ella ayuda y los clientes le dicen constantemente que es “tan linda como Cindy
Crawford o Claudia Schiffer, así que debería ser modelo”. Su madre está en silla
de ruedas y ella quiere unirse a una agencia de modelos para ver si logra ganar
dinero para ayudar económicamente a sus padres y lograr comprarle a su madre
una silla de ruedas motorizada más cómoda y moderna pero que le es inaccesible
económicamente.
CELESTIA
FAIRFAX: nieta de Fiona
Fairfax quien resulta ser una modelo de gran belleza en los años ’70, aristocrática. Precisamente debido a su apellido y belleza en cuanto entre al edificio
de representantes de modelos va a ser contratada.
GIGI
GARCÍA: al inicio vive
en Miami, hija de emigrantes ilegales en EE. UU que habían sido “Marielitos”
(refugiados que en 1980 habían llegado a Miami en barco desde el pequeño puerto
de Mariel, en Cuba) “eran inadaptados cubanos,
pobres, sin educación, y muchos de ellos, incluido el padre de Gigi,
delincuentes recién salidos de la cárcel.”
Su padre se ahogó tratando
de llegar a EE. UU. Y cuando su madre fue deportada, la beba de once meses,
quedó bajo el cuidado de una mujer llamada Elena García, esposa de otro
refugiado, que trabaja haciendo limpieza en hoteles de la zona. (Más adelante
hablaré un poco más del personaje de Gigi porque me parece que el trato que
tuvo en toda esta novela es deplorable)
AMY
LA MAR: londinense, segunda
generación de jamaiquinos, de piel negra.
“Me pone furiosa que me
pregunten de dónde soy simplemente porque soy negra. Soy inglesa, sin más, como
todo el mundo”. Amy tiene
un novio llamado Marcus y dice acerca de él que:
“insiste mucho en la dignidad negra y el
orgullo negro. Nos llama afrocaribeños”.
La madre es evangelista de la Iglesia de
Pentecostés, tiene dos hermanitos y el padre los abandonó. Tiene 16 años, mide
1,77 mts.
“No es que yo sea una
belleza mestiza con ojos de gacela y un tono claro de piel. Mi cara es
absolutamente negra y llevo el pelo muy corto.”
Es la única modelo que tiene piel negra
en la novela, la única representación afroamericana en las pasarelas lo que
para mi constituye una absoluta ver-güen-za. Este libro se supone que está
escrito por la modelo Naomi Campbell y en su propio libro no hay representación
de modelos como ella. ¿A quién se le ocurrió esto? ¿Qué editor leyó esto y le
pareció bien? Hay momentos en que, literalmente, le dice su agente que por su
tono de piel no hay tanto trabajo para ella:
“no voy a andarme por las ramas, Amy. No hay, mucho trabajo para
las chicas negras, pero creemos que deberías participar en la competición. La
verdad es que necesitamos una cara negra. Es alarmante el bajo índice de chicas
como tú que se han apuntado.
No me gustaba lo que estaba oyendo. Yo no me había presentado
porque era negra. Puede parecer extraño, pero, en realidad, nunca me hacía
topado con reacciones racistas. Mi madre nos había educado para que
entendiéramos que antes que nada eramos personas y que la importancia del color
de nuestra piel era completamente secundaria”.
LA MUJER TIENE LA CULPA
En el libro se presentan varios temas
que me parecieron polémicos y que fueron tratados de modo banal horrible. Un
asco me dio, primero, que quisieran plantear que una historia acerca de la
niñez –niñez acomodada en Gran Bretaña, de familia de clase alta- de Swan;
acerca de qué sucedió cuando ella era chica y se jubila su nana y los padres
deciden contratar a una nueva niñera. La autora la presenta lisa y llanamente
como “chica trepa que usa su cuerpo para engatusar al hermano adolescente de
Swan, Harry”.
Molly Bainbrige era de Liverpool. Tenia veinte años y, como me
hizo saber a los cinco minutos de su llegada, no era una niñera. Era una
modelo. Cuidar niños era algo que hacía para tener un techo sobre su cabeza… Sólo puedo recordar
que me quedé demasiado abstraída, mirándola como una tonta, como para prestar
atención a lo que decía. No había visto a nadie parecido a ella. Era
increíblemente alta y tenía las piernas muy largas enfundadas en unas medias
negras y unas tetas enormes. Al recordarla ahora me doy cuenta de que debía de
ser muy vulgar. Siempre iba maquillada en exceso y no dejaba de repetir que
tenía que estar preparada por si acaso su agencia la llamaba y la enviaba a un
casting. Esto último nunca llegó a suceder…
Es muy posible que hubiera aceptado felizmente a Molly si no
hubiera sido por el efecto devastador que tuvo sobre Harry… Mis padres, la
invitaron a cenar en el comedor e insistieron en que Harry se uniera a
nosotros. Sé que no debería comentar estas cosas, pero ella no sabía qué tenedor
coger o qué copa de vino utilizar…
Harry, me di cuenta, se había quedado muy callado. Por decirlo
en pocas palabras, se le caía la baba (…) Ella no era ninguna tonta y fue quien
le indujo. Dejaba la puerta de su habitación entreabierta para que Harry la atisbara
a menudo casualmente sin ropa.
Harry termina teniendo una especie de
amorío con la niñera de su hermanita, cuando los padres se enteran le dicen a
ella que tiene el fin de semana para juntar sus cosas e irse. Pero no llegó a
hacerlo ya el domingo a la noche, al volver a la casa, los padres y Swan la
encuentran muerta. Desnuda en la escalera, asfixiada con una almohada. Y su
hermano Harry se había ido. A todo esto, cuando la prensa se entera es un escándalo,
la familia es de la clase alta inglesa.
La autora se pone a defender al
femicida como si nada, como si la vida de esa chica no valiera nada, no tuviera
un trasfondo, familiares que velaran por ella, como si a nadie le importara
nada. Deja además el caso sin resolver y listo. Y lo peor es leer que Swan
defiende a su hermano a diestra y siniestra a pesar de los hechos presentados.
Por supuesto que Harry no
era un asesino.
Pero ¿dónde estaba?
.
¿¿“Por supuesto que Harry no era un
asesino”?? La autora se la pasó más tiempo criticando a la víctima, su forma de
ser, cómo se vestía que otra cosa. Además de defender al acusado de femicida que se fugó.
Segunda
situación horrible: es
acerca de una de las modelos que se presentan a lo largo del libro, candidatas
al preciado puesto de la “nueva modelo Swan” para el contrato millonario con
unos japoneses, su nombre es Gigi García.
Constantemente la autora describe de
modo despectivo a ciertos personajes que justo, justo no son las
aristocráticas, millonarias que deciden incursionar en el modelaje. Critica a
las que vienen de las clases bajas, a las solitarias sin familias que reclamen
por ellas, por su seguridad física. Y su personaje favorito a señalar de una
manera tan baja y despectiva es Gigi. Este personaje es hija de cubanos que
trataron de ingresar ilegalmente a Estados Unidos, es huérfana y es víctima a
lo largo del libro de vilezas y maltratos. Su forma de vestir, su cuerpo
exuberante es una excusa constante para que la autora la haga vulgar y que todo
lo que le pase se lo merece o ella se lo buscó: solo basándose en su cuerpo.
La autora la hace sufrir de todo, la
muerte de la única mujer que la cuidó como si fuera la madre, hacer cosas por
conseguir dinero, violencias varias incluida una de su pareja del momento, para
llegar a la cúspide de la mierda. Y si, esto tal vez alguien que lo haya leído
crea que es spoiler, en parte lo es, pero no creo que quieran que otros caigan con este libro.
- ¡Jódete de una puñetera vez! –gritó Gigi por teléfono. Iba a
tener que hacer algo con aquel tipo, fuera quien fuese. ¿Cómo había conseguido
su número de teléfono? Desde que había vuelto a París la había llamado cada dos
días, pidiéndole conocerla en persona, amenazándola cuando decía que no. Gigi
aún no sabía quién era. Él había afirmado ser su admirador más incondicional,
que la había visto en una sesión de fotos, que dormía con una foto suya
autografiada debajo de la almohada, que quería conocerla mejor.(...)
Gigi se fue al campo para una sesión fotográfica y al volver se
encontró una nota en el apartamento. No sólo había estado allí sino que había
dormido en su cama y había utilizado su ducha …
La someten a un momento definitivo de
soledad, maltrato, acoso y final desconocido en el que a nadie le importa saber
su paradero –porque la autora hace como “si no tiene familia nadie va a
reclamar por su cuerpo y bueno… asi es la vida” horrible- y listo, a nadie le
importa. Como si no tuviera amigas, nada. Libro de cuarta.
Sin mencionar que vuelve a repetir la
situación de que ¡cualquier loco tiene acceso al número telefónico de una
modelo en esa agencia!
… Angie se acordó del admirador que no había dejado de llamar
mientras Gigi estaba en Londres, y una empleada de Étoile en París dijo que
había dado el número de teléfono de Gigi a alguien a quien no se había
molestado en preguntar el nombre.
Todo esto de una empleada de agencia
dando datos personales de sus representadas a cualquier tipo peligroso me hizo
acordar a un caso real que no sé si conocen. El caso de Rebeca Schaeffer asesinada en 1989 en California, EE. UU. Si no lo conocen búsquenlo, es un caso muy conocido.
LAS AUTORAS
Naomi Campbell en la presentación de "su" libro |
Si uno se pone a mirar la
hoja del nombre original del libro descubre que no se llama “Top model” sino
“Swan”: otra
estratagema que ayudó a mi confusión y, creo, que ya puede comprobarse que la
confusión es buscada por la editorial, como sabiendo que este libro va a ser el
más invendible de la historia. Pero también descubrimos que el copyright del
libro lo tiene Naomi Campbell, y entre paréntesis una tal Caroline Upcher.
La
autora es definitivamente esta mujer llamada Caroline Upcher, que pareciera ser
conocida en el mundo editorial por ser la editora del libro “Los puentes de
Madison”. Sabemos de ella que es inglesa, vivió en África y en Paris. Trabajó
como escritora, guionista, escritora fantasma y editora. Creo que este último
punto es lo más llamativo (o grave) de la cuestión, porque el libro es malísimo
con ganas, tiene huecos por todos lados, no tiene argumento claro, etc, etc,
etc. Todo parece ser más un chiste de ella hacia lo estúpidas que le parecen
las modelos.
Lo
que más le reprocho a este libro es que en su historia los dos personajes de
piel más oscura sean los más bastardeados. Si el libro es vendido con el nombre
de Naomi Campbell en portada, siendo ella una de las primeras modelos de piel
negra en lograr reconocimiento internacional, cómo no tiene por lo menos UN
personaje de piel negra profesional y respetado, alguien con la bandera de que
el color de piel no debe ser un impedimento para lograr cualquier cosa y que no
debe usarse eso como limitación. No sé, algún mensaje estimulante para quien la
admira. Obviamente, la novela habla de discriminación, muy lateralmente, cuando
pone empresarios que no quieren elegir a una modelo solo por ser negra, porque
una modelo negra vende menos. Pero las elecciones que hace la autora (Upcher),
aumentan la discriminación en estos personajes, haciendo de sus vidas un
constante maltrato sin sentido, vidas miserables de mal final mientras que a
sus modelos blancas no les pasa eso. Es una vergüenza y una traición a lo que Campbell
representa, por eso digo que parece un chiste, una burla de la escritora
fantasma, como sabiendo que ni Naomi ni su agente –ni la editorial- iban a leer
realmente el libro, solo venderlo con el nombre de una de las modelos del
momento en su tapa y su foto en contratapa. Todo parece ser un curro más para
que se siga viendo el nombre de la modelo en cuanto producto se pueda. Tal vez
estoy pidiendo algo que ni siquiera la misma Naomi se plantea, mucho menos en
su momento de mayor exposición y éxito, donde no tiene competencia y si
necesitan a una modelo negra que contratar será el nombre pronunciado. Y es que
ni siquiera ella, en la presentación de su libro, sabía decir de qué se
trataba, demostrando que no lo había escrito ni leído ni le habían hecho un
resumen y si se lo habían hecho no lo había leído ni se lo habían contado. Nada de nada.
Lo
único que puedo encontrar como pequeña victoria dentro de tanta estafa es que
mi plata no fue al bolsillo de Naomi ni la editorial que la publicó, sino a la
de una librería de usados.
Pues este billete no será tuyo, Naomi |
En síntesis, SWAN, no me gustó nada de nada, me costó horrores avanzar página tras página. Creo que es un libro que pretende ser un thriller, pero se queda en el camino sin terminar de ser realmente nada. No es un libro que recomendaría ni a un enemigo, si es que tuviera alguno. Lo único que me alentaba a terminar de hacer la reseña fue el BookSoundtrack que tenía en mente para el mismo (es una canción que amo con el alma).
Es la sección en la que pongo una canción, elegida por mi, que me parece que combina perfectamente con la trama del libro reseñado:
BookSountrack para " Top Model ":
Freedom de George Michael
Freedom de George Michael
Préstenle atención a la letra y verán...
To win the race? A prettier face!
Brand new clothes and a big fat place
On your rock and roll TV
But today the way I play the game is not the same (no way)
Think I'm gonna get me some happy
I think there's something you should know
(I think it's time I told you so)
There's something deep inside of me
(There's someone else I've got to be)
Take back your picture in a frame
(Take back your singing in the rain)
I just hope you understand
Sometimes the clothes do not make the man
Brand new clothes and a big fat place
On your rock and roll TV
But today the way I play the game is not the same (no way)
Think I'm gonna get me some happy
I think there's something you should know
(I think it's time I told you so)
There's something deep inside of me
(There's someone else I've got to be)
Take back your picture in a frame
(Take back your singing in the rain)
I just hope you understand
Sometimes the clothes do not make the man
Merci Bookú
"... In case I don't see ya, Good Afternoon, Good Evening, and Good Night!
"... In case I don't see ya, Good Afternoon, Good Evening, and Good Night!
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