Ahora ya no soy
tan lectora de policiales, pero hubo un tiempo en que eran mi única y exclusiva
lectura. Amaba los libros sobre investigaciones y conocer quién iba a ser el
que llevaba adelante la resolución del caso. Podían ser policías o gente
ordinaria que de pronto se vio envuelta en un asesinato.
Esta es una
historia, casi cronológica de una niña y adolescente lectora de policiales. Es
un recuento de los libros más importantes para mí en ese momento, de los cuales
me han quedado buenos recuerdos y que han iniciado otras lecturas dentro de
este ambiente del policial. Extrañamente en la lista no aparecerá Sherlock
Holmes, quien podría decirse inició esta vorágine de lectores de policial, pero
a él lo descubrí de más grande.
Temerosa y
forastera. Elizabeth Ferrars
Es un libro
raro que casi nadie conoce. Venía dentro de la colección Maestros del suspenso
de Emecé y fue conseguido en un lugar de libros usados. La historia es sobre
una chica que llega a un pueblo a visitar a la tía, pero pronto su tía es
asesinada y se ve envuelta en la investigación del caso. Una de las cosas que
recuerdo es eso, la chica sola que recién llega y el policía que no era
estúpido, sino que sabía razonar bien y solo. No era de esos policías tontos
que abundan en las novelas policiales para que los protagonistas -gente fuera
de la policía- se destaque en las conjeturas. Fue una de mis novelas policiales
favoritas por un tiempo.
La muerte de Lord
Edgware. Agatha Christie
Recuerdo este
libro. Fue el primero que leí de Hercule Poirot, antes leía más de Marple. Aquí
un hombre aparecía muerto en su estudio, había sido apuñalado en la cabeza.
Desde el principio, Poirot me pareció demasiado agrandado, se las sabía todas y
trataba a Hastings de idiota. Recuerdo este libro en particular porque descubrí
lo tramposa que podía ser Agatha Christie con sus relatos, ya que la solución
al caso fue un dato que no había dado en todo el libro. Terminé muy enojada con
ella y por mucho tiempo no volví a leer a Agatha Christie hasta que me amigué
gracias a la serie de televisión que me tenía cautiva, pero que sospechaba
había mejorado la forma de relatar las historias.
Entre los
flamencos. Georges Simenon
Al gran Georges
Simenon lo descubrí a través de este libro. Aquí tenemos el caso de una
sirvienta que desaparece de la casa de una familia a quien llaman los flamencos
por su ascendencia. Recuerdo que estaba Maigret investigando pasivamente el
caso, como casi siempre hace, y me sorprendía que caminaba mucho, en casi todas
las novelas lo hace (exceptuando El loco de Bergerac, donde estaba internado en
un hospital por un golpe que recibió durante un viaje en tren). Su tranquilidad
me encantaba y me enseñó que no hace falta decir cada una de las conjeturas que
se tiene, solo se debe estar callado y observar bien lo que pasa alrededor. Son
esa clase de libros que se disfrutan leyendo más que destrozarte el cerebro
pensando quién mató a quién.
Un santo
asesinato. Paul Harding
Hasta el
momento solo había leído historias policiales contemporáneas o que sucedían en
el siglo XX. Pero de pronto mi madre me compra cuatro libros de una colección
de diez sobre crímenes en la Edad Media. Asesinatos resueltos por el fray
Athelstan y el comisario Cranston, durante los años de la peste, con Londres
bañado de pobres, suciedad y muerte. Recuerdo en particular este libro porque
es el primero que leí y el tercero de la serie. En un momento había una
entrevista del fray Athelstan con un monje negro, maldito, que se decía que
hablaba con el demonio y todo ese encuentro lo leí en la oscuridad junto a una
vela, por la luz cortada. Y el clima era el mismo que Athelstan estaba viviendo
junto a ese monje, en una habitación oscura, iluminada por velas y sombras que
le parecían moverse proveniente de demonios. Una de las escenas que más terror
me provocó de niña.
La secta de Paragon
Walk. Anne Perry
Este fue un
libro leído por el título, porque era atractivo, además de que volvíamos a
salir del siglo XX. Ahora estaba en Londres en era victoriana. Recuerdo que
había muchas muertes y acción, una trama muy entretenida, pero lo que más me
gustó del libro (y de la serie en general) es que el detective Pitt no actuaba
solo, su esposa la señora Pitt lo ayudaba en la mayoría de los casos. Ambos se
metían a investigar por callejones, barrios, corriendo peligros. Además de que
tenían una vida pobre y alejada de la vida de la familia de la esposa que eran
ricos que rechazaban su casamiento con un policía. Ni hablar de descubrir en
esas épocas que Anne Perry había sido una de las protagonistas reales del caso
que inspiró Criaturas celestiales de Peter Jackson.
Extraño y cruel.
Patricia Cornwell
Este fue un
libro por el que descubrí a Patricia Cornwell. Buscando qué leer en la
biblioteca del colegio de pronto veo que entró este libro. Me atrajo el nombre.
La historia protagonizada por una médica forense, Kay Scarpetta, que persigue a
un asesino en serie, me atrajo tanto que hasta soñé con ser forense, atraída
por ese ambiente tan pulcro. Desgraciadamente, solo había un libro más en la biblioteca del colegio porque eran muy caros.
Muerte de un
forense. P. D. James
Este libro me
llegó a las manos luego de haber leído a Cornwell, así que por supuesto seguía
con las ganas de seguir leyendo acerca de forenses. Entendamos que era un mundo
antes de que existiera CSI y toda las derivaciones de programas de crímenes (de
las que después fui seguidora). Tenemos un mundo más oscuro y tramposo que lo
que sucedía con Scarpetta, pero aún así también supero expectativas.
Un loco en mi
puerta. Hillary Waugh
La familia de
un hombre era acosada. Todo el tiempo había alguien merodeando por el lugar. De
hecho la tapa ya era sugestiva porque muestra una sombra mirando una casa. De
este libro en particular, recuerdo que era la historia más violenta que leía hasta
el momento, como a los diez años. En esta historia mataban a la familia del
protagonista y recuerdo que me había impresionado mucho el relato de la sangre,
mucha, que aparece en la escena del crimen.
Intensidad.
Dean Koontz
Intensidad ya
entra en otro nivel que es mi ingreso al mundo de los policiales tirando a
thrillers. Una historia en la que la protagonista parece débil pero no lo es,
una aventura arriesgada persiguiendo a un asesino. No hay que saber quién es el
asesino porque lo conocemos desde la primera página. Una historia llena de
muertes y sobre la fortaleza de la mente. Gracias a esta novela creí encontrar
en Dean Koontz a un genio, un nuevo autor a quien seguir, pero el resto de
novelas que leí de él son decepcionantes, demasiado para que a veces se lo
compare con Stephen King. Esta es una hermosa excepción dentro de su bibliografía.
Sangre en la
luna. James Ellroy
Ellroy llegó en
la adolescencia, temprana, pero adolescencia al fin. Con Ellroy descubrí un
mundo nuevo, sucio, corrupto. Pero en particular en esta novela hay un asesino
serial que mata siempre de una forma diferente que hace que nunca se vinculen a
las personas muertas. Entra en la psicología del policía protagonista, del
asesino, de su obsesión. En pocas páginas deja una gran historia donde pasaba
de todo.
En fin, estos fueron los libros que recordé de mi juventud como lectora voraz de policiales.
¿Recuerdan algún libro policial que hayan leído de jóvenes y los haya cautivado en su momento?
Compartan sus opiniones, por lo menos como nuevos libros a tener en cuenta para leer en un futuro...
¿Recuerdan algún libro policial que hayan leído de jóvenes y los haya cautivado en su momento?
Compartan sus opiniones, por lo menos como nuevos libros a tener en cuenta para leer en un futuro...
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